Avelino Corma -castellonense de Moncofar, 58 años- dirige en Valencia el Instituto de Tecnología Química que él mismo fundó hace veinte años. Es el científico español más citado en Química en los últimos diez años y el 21 a nivel mundial. Trabaja en catálisis.
-Química o ingeniería química. ¿Cuál es la distinción?
-La ingeniería va más dirigida a la tecnología, y la química, a la ciencia. Hablando siempre de investigación, claro. La ciencia establece nuevos conocimientos y principios y la ingeniería los convierte en tecnología.
-¿Está superada la frontera entre ciencia básica y aplicada?
-Indica que hay grupos que son capaces de realizar investigación fundamental y llevarla a un punto en el que es transferida a la industria. Y que hay otros grupos que estudian, por ejemplo, determinada frecuencia de vibración de ciertas moléculas y eso no tiene aplicación ni mañana ni pasado mañana aunque es importante.
-¿Qué se pierde por el camino?
-Nada, si la investigación está bien planteada. Al final siempre encuentras una respuesta a la hipótesis: sí, no o no sé. Así que la hipótesis pasa a tesis, queda descartada o sigues profundizando más.
-¿Qué país lidera la química?
-En Europa, Alemania sigue en cabeza. EEUU es puntero, y Japón.
-¿España está bien asociada o va por libre?
-Se colabora entre grupos a nivel internacional, pero también hay una marca nacional. Vista la química globalmente, en Europa manda Alemania; después, Francia, Inglaterra; y Suiza, aunque es pequeña. Y tras ellas, España, probablemente.
-Usted ha logrado cien patentes, ¿es rico?
-Podría ser rico, pero los beneficios los dono al instituto que dirijo. Firmo cada año las correspondientes donaciones.
-¿Por franciscanismo?
-Es simplemente por una cuestión de principios. Lo que proviene de la investigación tiene que ir a la investigación.
-Y también es autor de 700 artículos, una enormidad.
-Es lo que es. Uno no puede evitar pensar, imaginar y trabajar. Eso es lo que hago, no me faltan ideas, genero muchas y me dedico a trabajar. Los resultados son ésos.
-¿Qué es más importante, las ideas, implementarlas o rematarlas?
-Todo es importante. Por eso son fundamentales los equipos donde debe haber gente con fuerte imaginación y generadora de ideas, otros tamizadores, más metódicos, que sepan priorizar, y gente que sea fantástica llevando a cabo esas ideas. El conjunto es lo que sale al final, por eso es raro que haya trabajos de un solo autor.
-¿Cómo es el instituto que dirige?
-Es un centro mixto entre el CSIC y la Universidad Politécnica de Valencia. Está en el campus de la Politécnica. Cuenta con 130 personas, de las que 32 son investigadores y profesores en plantilla.
-¿Cómo se financian?
-Por el Ministerio o a través de proyectos competitivos, sean regionales o europeos. También con asistencia técnica, licencias y royalties. De contratos con empresas obtenemos el 50% de la financiación. De licencias y royalties, hasta un 10%.
-¿En qué trabajan exactamente?
-En catálisis heterogéneas, en materiales, o nanomateriales, con propiedades catalíticas. Generamos centros activos que son capaces de lograr que las reacciones sean más rápidas y dirigidas hacia lo que queremos. Eso ofrece ventajas económicas y medioambientales.
-¿No es más barato comprar las patentes?
-No. Si se quiere solucionar en un momento determinado cierto problema, tienes que comprar la patente. Pero así siempre se estará empezando. Debemos desarrollar tecnologías propias que permitan, al tiempo, formar a la gente que sabrá, a su vez, elegir las nuevas tecnologías.
-Una empresa puede acudir al instituto y...
-De hecho, acuden a nosotros. Muchas no son regionales, así que no tienen que justificar esa colaboración. Muchas son extranjeras que vienen a un país menos desarrollado en teoría y seleccionan grupos que trabajen con ellos. Y vuelven y vuelven, así que les satisface. Me cansa cada vez más cuando oigo que sólo nos preocupamos por la investigación fundamental. ¿Cuántas industrias han desarrollado un proceso nuevo exportable y compitiendo? Muy pocas. ¿Y dos procesos? Prácticamente ninguna. ¿Y tres? Ninguna. Sin embargo, en España algunos centros de investigación lo hemos conseguido.
-Usted es el químico español más citado en los últimos diez años.
-Eso sirve para orientación de uno mismo. Lo que estamos haciendo es útil a los demás.
-Y es el número 21 a nivel mundial, con 284 trabajos y 6.447 citas.
-Quitando nombres propios y rostros, lo que se ve con esas cifras es que en algunos centros se hacen trabajos que interesan en el ámbito científico y tecnológico.
-España gana el Mundial de fútbol, Wimbledon y el Tour. ¿Y en ciencia?
-En España se hace buena investigación. Pero la ciencia española debe aceptar más riesgos y ser más rompedora. El número de investigaciones precursoras es limitado.