La píldora cumplió ayer 50 años. El 18 de agosto de 1960, en Estados Unidos se puso a la venta Enovid, una dosis concentrada de hormonas que evitaba la ovulación y los embarazos, aunque en principio sólo se dispensaba a mujeres casadas. Pero en España, el famoso anticonceptivo no se comercializó hasta 1978, cuando se modificó el Código Penal para legalizar su uso.

Pese a que ya tiene medio siglo de vida "no ha pasado de moda y se impone al resto de métodos", afirma el ginecólogo Enrique Segrelles. Desde su aparición, "ha cumplido todas las expectativas y ha conseguido que las mujeres puedan tener relaciones sexuales completas sin temor a un embarazo", añade el facultativo coruñés. En este sentido, el doctor Javier Valdés, miembro de la junta directiva de la Sociedade Galega de Contracepción, señala que el fármaco supuso un cambio radical y "toda una revolución en la vida sexual de las mujeres". Ambos especialistas consideran a la píldora como la pionera de los métodos anticonceptivos modernos.

Consumo en auge

En estas cinco décadas, su consumo no ha descendido, todo lo contrario, "cada vez se venden más, ya que después del preservativo es el anticonceptivo más demandado", indica Valdés. De hecho, "las ventas se dispararían todavía más si la Seguridad Social subvencionase su coste", matiza el facultativo, pues considera que no todo el mundo puede permitirse pagar 16 euros al mes, que es el precio medio de una caja de estas pastillas.

El perfil de usuarias que más demandan este fármaco es el de una joven menor de treinta años aunque incluso "las hay mayores de cuarenta que también la toman hasta que llegan a la menopausia", puntualiza el miembro de la Sociedade Galega de Contracepción Javier Valdés.

Cuando la mujer ya ha formado su familia y decide no tener más hijos suele abandonar la píldora y se inclina por otras opciones como la ligaduras de trompas. Segrelles realiza la técnica essure, que no es más que una esterilización mediante ligadura de trompas, pero sin necesidad de anestesia. Este tipo de intervenciones no son irreversibles y "se puede recuperar la fertilidad de nuevo si se recurre a la microcirugía a través de la repermeabilización tubárica", explica el doctor Segrelles. En otras ocasiones, son ellos los que pasan por quirófano y se someten a una vasectomía.

Actualmente existen más de quince combinados por vía oral diferentes, cuyos efectos secundarios han disminuído con los nuevos avances. Según Enrique Segrelles, "las marcas más novedosas incluyen menos dosis de estrógenos y retienen menos líquidos", pero eso no implica que quienes tomen píldoras que les han dado buenos resultados durante años, tengan que cambiarlas, pues "cada mujer debe tomar la pastilla que mejor se adapte a su perfil hormonal".

La forma de administración también ha progresado y además de los comprimidos por vía oral, hay parches y anillos vaginales que liberan la misma cantidad de hormonas que la píldora.

Este método tiene otros beneficios adicionales, además de la prevención del embarazo. Tal y como enumera el doctor Valdés, la pastilla alivia el dolor de la menstruación, es buena para el acné y la caída del cabello e incluso ayuda a prevenir el cáncer de ovarios y el de cuerpo uterino. "Está demostrado que estos tumores han disminuido entre las mujeres que no han llegado a la menopausia y han tomado la píldora", puntualiza el miembro de la Sociedade Galega de Contracepción. Además "su eficacia se mantiene hasta diez años después de dejar de tomarla".

A la píldora le han salido en estos años algunos competidores y el que más le pisa los talones es el dispositivo intrauterino (DIU), una pequeña pieza hecha de plástico o cobre, que evita el embarazo mediante la liberación de hormonas antiestrogénicas. En los países del Tercer Mundo se recurre sobre todo a inyecciones que inhiben la ovulación durante unos tres meses y en América Latina, uno de los métodos más solicitados son los implantes anticonceptivos que se colocan debajo de la piel en la parte superior del brazo, aunque según Segrelles "cualquiera de esas alternativas tienen varios inconvenientes y efectos adversos para las usuarias".

El ginecólogo destaca la importancia de una buena información sobre anticonceptivos para no tener que recurrir al aborto.