La falta de niños no solo limita la capacidad de crecimiento de los núcleos rurales de Galicia, sino que se deja notar en todos los ámbitos. También en la escuela. Cuando arranque el nuevo curso el mes que viene, diecinueve colegios unitarios no abrirán sus puertas. La falta de alumnos ha obligado a la Consellería de Educación a suprimir 10 escuelas infantiles y otras nueve de Infantil y Primaria. La provincia más afectada es A Coruña ya que concentra el 63% de los centros que clausurará la Xunta, con un total de doce centros afectados.

El cierre de colegios se anuncia cada mes de agosto, cuando Educación hace pública la relación de centros unitarios -aquellos en que alumnos de diferentes cursos comparten la misma clase- que deben cerrar las puertas. El motivo radica en que no cumplen el mínimo de seis alumnos en total que deben tener para poder seguir abiertos, si bien en algunos casos puede hacerse una excepción. "Si hay previsión de que el curso siguiente pueden superarse esas plazas puede mantenerse abierta", indican fuentes de la Consellería de Educación.

Tras la provincia de A Coruña, Pontevedra es la más afectada, con cuatro colegios cerrados y Lugo, con tres. En el primer caso, se trata de escuelas ubicadas en los ayuntamientos de Boiro, Fene, Ferrol, Negreira, Outes, Pontedeume, Tordoia, Touriño y Vilarmaior. Por su parte, los concellos pontevedreses que tendrán una escuela menos a partir del mes que viene serán los de Nigrán, Redondela, Silleda y Pontevedra mientras que los afectados en Lugo están en Cervantes, Cospeito y Viveiro.

La progresiva despoblación del rural en la comunidad ha obligado a la Xunta a tomar una decisión que se repite cada año. En los cuatro últimos cursos han cerrado un total de 86 centros, 26 en el curso 2007-08, 18 en el 2008-09 y 23 el año pasado. Entonces de nuevo, fue A Coruña la provincia que más cambios sufrió, con la clausura de nueve centros, por siete de Pontevedra y otros tantos de Lugo. Ya entonces, Educación aseguró que no habría despidos de profesores, sino recolocación de algunos y jubilación de otros.

Cada vez hay menos centros de Educación Infantil e Infantil y Primaria. Hace cinco años la comunidad contabilizaba 282 de la primera categoría y 720 de la segunda, mientras que el curso pasado la cifra alcanzó los 190 y los 672, respectivamente, de acuerdo con los datos del Instituto Galego de Estadística. Estos muestran que también disminuyeron las escuelas que imparten Primaria y Secundaria, que en 2004 ascendían a 186, y un lustro después eran 171.

Los alumnos, sin embargo, son más que entonces, 6.091 en el primer caso hasta alcanzar los 65.159 y 2.888 hasta los 128.361 en el segundo.

El anuncio del departamento de Jesús Vázquez de los colegios que se cerrarán para el próximo curso 2010-11 no fue la única medida de la Xunta que se publicó ayer en el Diario Oficial de Galicia. Esta publicación también incluía en la jornada de ayer la revisión de los conciertos educativos con centros privados de la comunidad gallega para los dos próximos cursos. El departamento que dirige Jesús Vázquez destinará durante el próximo curso más de 257 millones de euros para conciertos con 3.840 centros privados de toda la autonomía.

La crisis frena la contratación de más profesores para las escuelas unitarias

El año pasado Educación firmó un acuerdo con los sindicatos educativos, excepto la CIG, para dividir las aulas del rural a partir de un mínimo de alumnos. El objetivo era mejorar la calidad educativa de alumnos que compartían espacio, pero no curso, por lo que estaban dando materias diferentes. "En una clase podían convivir nueve alumnos de 1º de Primaria y diez de 2º. Con el acuerdo alcanzado no podían superar los 14 y deberían crearse dos aulas", explica José Manuel Pinal, director xeral de Centros e Recursos Humanos.

La medida se implementó el año pasado al 50%. El objetivo de Educación era alcanzar la otra mitad en el curso que comenzará en septiembre hasta alcanzar las 160 aulas nuevas. Pero no será así por culpa de la crisis económica que sufre el país y el recorte de casi 1.000 millones que la Xunta acometerá en sus cuentas.

Esta situación ha obligado a la Consellería de Educación a frenar la contratación de profesorado para atender las nuevas aulas, y que el curso pasado alcanzaron los 75 docentes.

"Este año será inviable poder dar cumplimiento al acuerdo, abordaremos en la Mesa Sectorial diferirlo hasta 2011", reconoce Pinal, que calcula que para el próximo curso sería necesaria otra cantidad similar de profesores.

En su día, la CIG fue el único sindicato que rechazó este sistema de agrupamiento al considerar que se fijó al margen de la mesa sectorial.