Una de cada cuatro familias que se encuentra en lista de espera para lograr plaza para sus hijos en una escuela infantil se beneficiará del cheque infantil de la Consellería de Traballo e Benestar. Con él, la Xunta subvencionará parte del coste de una plaza en guarderías privadas para 1.200 familias gallegas que no han podido acceder a los centros públicos.

El cheque infantil pretende introducir un pequeño alivio para las familias de las zonas urbanas, donde la oferta de la Administración resulta insuficiente. Con unas ayudas que varían entre los 90 y los 215 euros, la Xunta considera que se cubre "total o parcialmente" el coste de una plaza en una guardería privada.

Sin embargo, los 1.200 cheques que le costarán a la Administración 1,7 millones de euros dejan sin más opción que recurrir a sus bolsillos al 76% de las familias apuntadas en la lista de espera, es decir, 3.800 hogares, pues en total están apuntados en estos registros 5.000 familias.

El plazo para solicitar estas ayudas ya está cerrado y esta misma semana la Consellería de Benestar ha comenzado a resolver las solicitudes y a comunicar a las familias beneficiadas el importe de la subvención. Los niños que pasen ocho horas diarias en la guardería recibirán 130 euros mensuales, alcanzando los 215 si se incluye el servicio de comedor. En el caso de que acudan a partir de las 15.00 horas, durante cuatro horas, percibirán 90 euros.

Mientras en las ciudades no existe oferta suficiente para cubrir la demanda, en 39 centros del rural -dependientes del Consorcio Galego do Benestar- han quedado vacantes la mitad de las plazas. Simplemente, no hay niños suficientes para completarlas. Se trata de escuelas que, según fuentes Benestar, "fueron planificadas o puestas en marcha entre 2007 y 2009". En ellas destacan Taboada, con 41 plazas y 9 niños, Vila de Cruces, con 61 y 24 o Silleda, con 82 y 48. También están afectadas las de Camariñas, Muxía, Ponteceso, Zas, Mondoñedo, Ortigueira o Ponte Caldelas.