Los tres grupos con representación en la Cámara gallega -nacionalistas, socialistas y populares- aprobaron ayer por unanimidad instar a la Xunta a que la lengua "de contacto inicial" entre los funcionarios y los ciudadanos sea el gallego, tanto en las relaciones presenciales como en la atención telefónica. No obstante, han hecho la salvedad de que los administrados puedan recibir "atención en la lengua oficial de su preferencia".

El objetivo de la propuesta auspiciada desde los nacionalistas, en concreto del parlamentario Bieito Lobeira, es "consolidar" en la Administración autonómica y en los organismos que dependen de ella el uso del gallego "como lengua general de referencia", tanto a nivel escrito como a nivel oral, sin que eso menoscabe las garantías de cooficialidad lingüística constitucionales y estatutarias.

Lobeira defendió la iniciativa en el "derecho" de los administrados a ser atendidos en gallego por parte del funcionario y reprochó que no existan "criterios lingüísticos" en la Administración en relación oral con los administrados, y "cada vez menos". Con su punto de vista coincidió el representante del PSdeG en el debate, José Manuel Lage, quien subrayó que los trabajadores de la función pública deben tener un alto de "compromiso" con la lengua propia".

El diputado del PP gallego Agustín Baamonde concordó en que el idioma de la Administración debe ser el propio de la autonomía, pero rechazó apoyar el punto tercero de la proposición no de ley del Bloque en el que se pedía a la Xunta que tuviera en cuenta "los criterios lingüísticos en la asignación de empleados públicos a labores de atención al público". Baamonde argumentó que este matiz podría dar lugar a "discriminación".

Al margen del debate de la proposición no de ley, Lobeira preguntó al secretario xeral de Medios, Alfonso Cabaleiro, sobre la "exclusión" del gallego en campañas publicitarias institucionales para anunciar la TDT. Cabaleiro alegó que estos anuncios son "minoritarios" y que "no serán habituales". El anuncio de la TDT, explicó, iba dirigido a comunidades "limítrofes" con Galicia, una explicación que no satisfizo al nacionalista, quien, no obstante, valoró el "compromiso" con el gallego expresado por Cabaleiro. Para el secretario xeral de Medios, el gallego está "en una situación bastante óptima" en el campo publicitario, pero "lejos de la situación ideal" en cuanto a su empleo en los medios de comunicación.