El rector de la Universidade da Coruña (UDC), José María Barja, afirmó ayer que "en fechas inmediatas" se conocerán "detalles concretos" sobre los criterios que regirán el nuevo plan de financiación del sistema universitario gallego y el total del presupuesto de que dispondrá, datos sobre los cuales, aseguró, aún "no hay concreción". El rector de la Universidade de Vigo, Salustiano Mato, manifestó que, si las universidades "sufren un recorte menor que la media", significaría "una apuesta" del Gobierno gallego por ellas, mientras que si "se mantienen como están", se traduciría en "una gran apuesta".

Mato hizo estas declaraciones después de que, el pasado lunes, las tres universidades, reunidas en Santiago para la celebración de un acto conjunto de presentación del curso 2010-2011, demandaron al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, "compromiso" con la financiación de las instituciones educativas. El rector de la Universidade de Santiago (USC), Juan Casares Long, destacó que "por primera vez" la investigación "tiene cabida" en las partidas estructurales como novedad respecto a anteriores planes de financiamiento, en relación a la firma de un convenio entre las universidades, el CSIC y la Consellería de Traballo, motivo que les reunió en la capital gallega.

La próxima reunión para la negociación del nuevo plan de financiación de las universidades de Galicia, que estará vigente hasta 2015, está fijada para el próximo lunes, aunque la fecha podría variar para permitir la asistencia a la cita del rector coruñés y el presidente del Consello Social de la UDC, Antonio Abril, que ese día deben asistir a la inauguración del curso académico en A Coruña.

La entidad coruñesa reclama para el nuevo plan que repare "el déficit histórico de UDC", como explicó el presidente del Consello Social, Antonio Abril, y trate de caminar hacia la "convergencia" y la "equidad". Para ello, según el vicerrector de Planificación y Estratexia Económica, Ángel Fernández, sería necesario que se equilibrasen los porcentajes en el reparto de presupuestos y, además, que se concediesen partidas específicas para tratar de compensar las desigualdades en infraestructuras. Aunque la negociación no parecía ir por esas vías: "Hay indicios preocupantes de que prime el criterio que perjudica a A Coruña", reconocía Fernández.

En sus últimas palabras en relación a la distribución de los fondos, Feijóo evadió concreciones numéricas y apeló a las tres universidades a "superar localismos" y trabajar en colaboración.

En el anterior reparto, la Xunta otorgaba a la UDC la menor de las partes. La universidad coruñesa recibía menos de un 26% del total, frente al 29% de Vigo y al 45% que se adjudicaba a Santiago. Esta dotación convertía a la UDC en la universidad con menor financiación por alumno de España. La explicación de la desigualdad en el reparto radica en los criterios que primaba el anterior plan de financiación, como el valor histórico. La Universidade da Coruña trata ahora de que el nuevo documento trate de igualar a las tres universidades y conceda más importancia a criterios como el número de alumnos, que en A Coruña es el 31% de los gallegos. La compensación en infraestructuras es el otro punto por el que lucha la UDC, que establece como necesidad más urgente una residencia universitaria.