El claustro de la Universidade da Coruña (UDC) aprobó ayer por amplia mayoría, reunido en sesión extraordinaria, las líneas generales propuestas por el equipo rectoral para los presupuestos de 2011, en las que se estima en un 20% la reducción que se acometerá en el capítulo de inversiones, que afecta sobre todo a obras de infraestructuras-, y en más de un 2,5% el recorte en gastos corrientes. La rebaja, motivada por la disminución de un 5% anunciada por la Xunta para el próximo ejercicio en los fondos que transferirá a las universidades gallegas y por el menor margen de recursos propios de que dispone la institución coruñesa después de utilizar sus fondos en 2010 para mantener las cuentas en los niveles de 2009, repercutirá en el aplazamiento de obras ya proyectadas.

El vicerrector de Estrategia y Planificación Económica de la UDC, Ángel Fernández Castro, explica que tendrán que esperar proyectos como la segunda fase del Citec (Centro de Innovación Tecnolóxica en Edificación e Enxeñería Civil), ubicado en el parque tecnológico; el Centro Tecnolóxico Textil de Galicia; el Campus Center, del cual se ejecutará una parte "muy pequeña"; Asista (Centro de Innovación Tecnolóxica para a Terceira Idade e Colectivos de Persoas Dependentes) y, en el campus de Ferrol, la residencia universitaria, cuyo comienzo estaba previsto, recuerda Fernández Castro, para "finales de 2010" y que es "lo primero en la lista" de asuntos pendientes del equipo del rector.

Sí saldrán adelante las obras ya comenzadas: la ampliación de la facultad de Informática y de la Escola Técnica Superior de Enxeñería de Camiños, Canais e Portos, con una dotación de 4 millones de euros con cargo a presupuestos pasados; el área deportiva del Campus Center, con una asignación de 1,4 millones de euros reservados en las cuentas de 2010; el Aula Náutica, para la que se necesitan 300.000 euros; y el acondicionamiento del Centro Cultural de Riazor y del Centro Cívico de Ferrol, que requerirán 900.000 euros.

Sobre el gasto corriente, Fernández Castro se muestra convencido de que conseguirán una reducción mayor que la del 2,5% que lograron el año pasado, cuando "el gasto material de la oficina del Rectorado se redujo un 50%", aunque explica que "hay muy poca posibilidad de actuación a corto plazo" en ese apartado. El vicerrector de Estrategia y Planificación Económica relata que, cuando se habla de gasto corriente, "siempre se saca cualquier anécdota, como lo que se gasta en sobres, en papel, etc. y se hace mucha demagogia, pero en realidad hay tres grandes apartados: limpieza seguridad y energía". Fernández Castro apunta que la universidad "piensa seguir haciendo actuaciones en ahorro de energía", pero matiza que éstas "curiosamente, son muy caras y dan resultados a largo plazo; donde se ahorran millones es en obras e investigación".

Sobre éste último apartado, el responsable de la planificación económica de la universidad asegura que su equipo tratará de que la investigación sufra los menores recortes posibles, pero admite que "algo habrá que recortar". Fernández Castro afirma que se hará "todo lo posible" para que los alumnos no noten nada y para intentar evitar que los efectos de las reducciones presupuestarias "lleguen a la docencia, que los sacrificios de las facultades sean mínimos y que no se resientan las prácticas de los alumnos", pero, lamenta, "mientras que el año pasado, gracias al ahorro, apenas se notó la crisis, ahora va a llegar a a todo".

La diferencia con respecto al año pasado en la posibilidad de suavizar los efectos de los recortes radica en que la UDC ya invirtió gran parte de sus reservas en los presupuestos de 2010 para tratar de que, pese al recorte en la transferencia de la Xunta, las cuentas universitarias permaneciesen al nivel de las de 2009. "Ahora mismo es imposible abordar ningún proyecto con fondos propios", dice Fernández de Castro, y señala que la institución "también ha generado ahorro este año", pero que éste "no puede igualar al acumulado en años", y sentencia: "No se pueden estar haciendo milagros todos los días".

Ahora, la universidad coruñesa espera a que la Xunta determine qué porcentaje de los 390 millones de euros que este año repartirá entre las tres instituciones de educación superior de Galicia, un 5% menos que el año pasado, reserva a A Coruña. Después, presentará el Plan de Sostenibilidad que este año exige el Ejecutivo gallego a las universidades, que estará basado en las líneas aprobadas ayer por el claustro y que ha de recibir el visto bueno de Educación y Facenda. Luego tocará cerrar los presupuestos de 2011 y, "el año que viene", el nuevo plan de financiación universitaria de Galicia.

El secretario xeral del PSdeG, Manuel Pachi Vázquez, propuso ayer "un gran acuerdo" entre las tres fuerzas políticas gallegas para que la financiación del sistema universitario gallego alcance el 1% del Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad en un horizonte temporal "no superior" a los cuatro años. En declaraciones a los medios tras una reunión con el rector de la Universidade de Santiago de Compostela (USC), Juan Casares Long, Vázquez defendió que la salida de la crisis pasa por "invertir en conocimiento e innovación", ya que en el nuevo modelo económico que se abre tras la ruptura del anterior "no se compite en salarios bajos ni en empleos precarios", sino "en investigación, desarrollo y conocimiento". Por ello, expresó al rector su "apoyo total" a un modelo que "va a convertir las universidades en el corazón que va a tirar de Galicia".

"Tenemos que hacer un esfuerzo todas las formaciones políticas", pidió Vázquez, quien avanzó que su partido propondrá que "no se retire ni tan siquiera se congele el dinero para el motor" que sacará a la comunidad "del problema". "Sabemos que son momentos de escasez, pero lo normal es invertir más en lo que nos va a sacar de este lío", abundó. En la misma línea, se mostró partidario de "priorizar" y "buscar esa interconexión entre formar a los jóvenes y, sobre todo, incardinarlos en el tejido empresarial e industrial". "No hay atajos", advirtió a "todo el que espere salir de la crisis de manera brusca y por inspiración divina", e insistió en que no se puede competir "en mano de obra ni en empleo precario", sino en "innovación, capacidad y formación". El jefe de filas del PSdeG apuntó que "otras comunidades" ya están en ese punto y que lo importante es que Galicia coja "el camino del futuro".