Alrededor de 15.000 personas -40.000 según la organización- se lanzaron ayer a las calles de Santiago para criticar la "privatización" de la sanidad gallega emprendida por la Xunta de Feijóo. Si bien la cita estaba convocada por la plataforma SOS Sanidade Pública, oposición y sindicatos se sumaron a la protesta para cargar contra la política social de un Gobierno que compararon con los de Esperanza Aguirre en Madrid y Francisco Camps en Valencia, símbolos para ellos del tijeretazo de los servicios públicos.

Los manifestantes bramaron contra la titular de Sanidade, Pilar Farjas, así como pancartas en que ella, Feijóo y los populares Rafael Louzán y Telmo Martín aparecían bajo el mensaje "la sanidad pública no es un negocio" con un "para nosotros sí" en sus labios. El portavoz de SOS Sanidade Pública, Manuel Martín, acusó a la Xunta de crear un "clima de crispación" con sus políticas privatizadoras, que ejemplificó en la construcción de los hospitales de Vigo y Pontevedra y de 19 centros de salud a través de financiación privada, lo que podría provocar la "quiebra" de la sanidad gallega.

La lluvia no impidió que la plaza de A Quintana se llenase con la presencia de representantes de las 15 plataformas integradas en SOS Sanidade Pública, así como las direcciones de CIG, CCOO, UGT y los dos partidos de la oposición con sus líderes portando la pancarta, Manuel Vázquez, del PSdeG, y Guillerme Vázquez, del BNG. "No se puede tirar el dinero público en privatizaciones que empeoran la sanidad y multiplican por cuatro los costes", cargó el primero mientras el segundo pidió a la sociedad "frenar en seco" la política privatizadora de la Xunta del PP, que en año y medio ya ha sufrido otras manifestaciones multitudinarias por su política lingüística.

La política social, especialmente la sanitaria, se ha convertido en el flanco a golpear por parte de la oposición, que ayer insufló aliento al recuerdo del Prestige gracias a una plaza llena de paraguas, aunque a sideral distancia de las movilizaciones producidas cuando se hundió el petrolero.

Un día después de que Manuel Vázquez pidiese a los cargos municipales del PSdeG que denunciasen los "recortes sociales" de Feijóo, a su lado estuvo gran parte de la dirección del partido, con los alcaldes de Vigo, Abel Caballero, Ames, Carlos Fernández, también presidente de la Federación Galega de Municipios y Provincias, o Fene, Iván Puentes, entre otros. A ellos se unieron la senadora Carmela Silva y gran parte del grupo parlamentario. Por parte del BNG, acompañaron a Vázquez el regidor de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, y varios diputados, con el portavoz Carlos Aymerich a la cabeza.

Martín leyó un manifiesto en el que denunció que "se entreguen al capital privado" las construcciones de los hospitales de Vigo y Pontevedra, "que multiplicarán por cinco su coste", una política "incompatible con la sanidad pública", cargó. También representantes de la plataforma de Pontevedra criticaron el concierto con Povisa y desde Cangas reclamaron un hospital "100% público".

Antes, la escritora Marilar Aleixandre leyó otro documento firmado por miembros del mundo de la cultura para denunciar "la política Gürtel" en materia sanitaria de la Xunta.