Cosmética natural a base de productos autóctonos. Las algas, el vino, el agua marina, la arcilla o incluso los toxos y los pinos de la comunidad gallega se han convertido en los grandes aliados de quienes buscan la belleza a través de productos cada vez más ecológicos en los que se priorizan las materias primas naturales por encima de sustancias químicas. Varias empresas gallegas ya elaboran y comercializan este tipo de cosméticos. Lejos de tratarse de iniciativas aisladas ya es posible encontrar desde geles y jabones a toda clase de cremas para diferentes tipos de piel en cuya composición priman los productos gallegos. Un negocio en auge que sólo acaba de arrancar. Fabricantes y dermatólogos de la comunidad sostienen que cada vez se investiga más en este ámbito "por el aumento de demanda entre la población".

. Agua marina. Basada en el agua del mar recogida de las costas gallegas, la Casa del Agua de A Coruña cuenta ya con su propia línea de 45 cosméticos. "Tiene un amplio conjunto de propiedades regenerativas y terapéuticas para la piel ya que el organismo humano está compuesto en más de un 70% por líquidos de composición similar al agua marina", señalan desde Termaria, dónde resaltan que el agua se obtiene de zonas específicas "ricas en cloruros, minerales y oligoelementos". A la hora de elaborar estos productos, el agua marina se filtra, se purifica y se combina con otros elementos de origen vegetal como el té verde, el arroz y el cacao o con ingredientes de origen mineral como limos procedentes del Mar Muerto. El objetivo de la firma coruñesa es ofrecer mascarillas, aceites, cremas o tónicos lo más naturales posibles. Por ello prescinden de derivados del petróleo, detergentes agresivos o parabenos (una especie de conservantes que utiliza la industria y algunos sectores ven peligrosos).

. 'Toxos'. La popular planta que crece sin control por los montes gallegos ha encontrado un hueco en el mundo de la cosmética. El laboratorio Iuvenor, situado en la localidad ourensana de O Carballiño, ya elabora productos que incluyen los toxos entre sus ingredientes. La razón hay que buscarla en su alto contenido de antioxidantes, lo que le otorga propiedades para luchar contra el envejecimiento. Los antioxidantes -presentes también en mucho alimentos- tienen la misión de luchar contra los radicales libres, que surgen cuando se produce una oxidación de las células. Cuando el número de radicales libres en el organismo aumenta, el riesgo de envejecimiento precoz o incluso de sufrir algunas patologías como el cáncer también lo hace. Por ello, con el emblema de antioxidante bajo el brazo, el toxo gallego se suma al pino -por sus cualidades desinfectantes y relajantes- o a plantas como la menta y la lavanda para la producción de cosméticos made in Galicia. El laboratorio ourensano fabrica 1.500 productos de estas y otras materias primas para unas 70 marcas diferentes.

. Vino. El protagonista de muchas celebraciones no sólo puede paladearse. Desde hace unos meses, la bodega Rectoral de Amandi -de la Ribeira Sacra- cuenta en el mercado con una línea de cosméticos elaborada a partir de la uva Mencía (hojas, semillas, pulpa o jugo), vino tinto y agua del manantial de Sousas, bautizada como Sybaria. El objetivo es aprovechar las propiedades antioxidantes y calmantes de los polifenoles de la uva, unas sustancias que mejoran la oxigenación de las células y neutraliza la acción de los radicales libres y agentes externos, lo que bloquea el envecimiento de la piel. "Una de las ventajas de los cosméticos a base de vino es que por una parte hidratan, dan luminosidad y confort a la piel en el momento y por otra, permiten prevenir el envejecimiento porque los antioxidantes tienen propiedades antiedad", sostiene la responsable comercial de la firma, María Jesús Rafael, quien asegura que pese a que hay centros que ofrecen terapias de cabina con vino o ciertos productos, Galicia es pionera en desarrollar una línea de artículos completa en la que se pueden encontrar desde exfoliantes, crema de contorno de ojos o hidratante hasta suero reafirmante, crema de manos o productos para pieles más sensibles. "Además también contamos con infusiones o nutricosméticos, artículos que tienen el objetivo de mejorar la piel pero se venden en formato de pastillas", añade Rafael, quien resalta: "Buscamos no utilizar conservantes convencionales, derivados de petróleo ni parabenos porque, aunque no está comprobado, se les atribuye ciertas propiedades cancerígenas". Pese a llevar trabajando desde 2007 en este proyecto, Sybaria no presentó sus artículos hasta este año y de momento no le va mal. Las cremas con vino gallego ya se venden en tiendas de diferentes puntos de la comunidad, Zamora o Mallorca.

. Agua termal. Tras siglos promocionando sus propiedades medicinales, las aguas termales dan el salto de las piscinas y balnearios al mundo de la cosmética no sólo in situ sino con productos para llevar a casa. Aprovechando los sales minerales y oligoelementos propios de cada manantial son muchos los centros gallegos que comercializan productos con su agua como ingrediente de reclamo: De Balneis en Ourense o las Termas de Cuntis, entre otros. Uno de los balnearios que ofrece mayor gama de productos -línea de baño, facial y corporal- es el de Mondariz (Pontevedra), dónde los artículos contienen sales minerales y otros elementos como zinc, cobre o magnesio y se ha recortado la presencia de conservantes. "El agua mineromedicinal favorece la protección de la piel contra la deshidratación y la desecación", señalan fuentes del centro, dónde añaden: "Estos productos tienen además una capacidad protectora y restauradora que ayuda a disminuir las señales prematuras del envejecimiento".

. Algas. El laboratorio ourensano Iuvenor también recurre a las algas marinas para muchos de sus productos por sus propiedades reafirmantes, antioxidantes y espesantes del artículo, entre otras. Las algas comenzaron a utilizarse en la industria a mediados del siglo XX en Francia, dónde se comercializan desde espuma de afeitar hasta maquillaje, pintalabios o incluso tintes para el pelo con extractos de esta plantas. En Galicia las más utilizadas son las variantes laminaria y sargazo vejigoso, las más habituales en las playas gallegas.

. Arcilla. Las arcillas auríferas de tierras ourensanas con las protagonistas de un crema facial que promociona el Patonato de Turismo de Ourense como reclamo para promocionar la zona. Bajo el nombre de Aqua Auriensis, una empresa ha elaborado una crema para la cara compuesta por arcilla y oro que consigue un efecto tensor que da firmeza a la piel y potencia la luminosidad. Además la misma firma posee un vaporizador elaborado con aguas termales de la zona que surgen a 77 grados de temperatura y que poseen, según la firma, altos componentes regeneradores.

Toda una amplia gama de productos que persiguen un único objetivo: avanzar hacia una cosmética cada vez más natural a la vez que se aprovecha la riqueza que ofrece la tierra y el agua gallegas.