El alcalde de A Coruña, Javier Losada, acusó ayer a la Xunta de marginar "una vez más" a la universidad coruñesa en su nuevo plan de financiación que el pasado viernes se aprobó en el Consello de Universidades. Pese a la oposición del rector coruñés, José María Barja, en la financiación universitaria hasta 2015 seguirán primando los criterios históricos a la hora del reparto de fondos entre cada entidad académica, algo que perjudica al campus coruñés. "Es intolerable que el Gobierno gallego no apoye a la Universidade da Coruña (UDC) y ponga trabas a sus planes de futuro, favoreciendo a otras universidades", señaló ayer Losada.

La UDC será la universidad gallega que menos fondos recibirá en 2011 -unos 94 millones de euros, el 27,4% del total-, frente a los 147 de Santiago (el 43%) y los 102 de Vigo, lo que equivale al 30%. En este sentido, Losada aseguraba ayer que Feijóo no apuesta por la universidad coruñesa y con ello, "también margina a la ciudad y a los coruñeses". "El presidente de la Xunta debe ser responsable y garantizar la financiación de la institución, dejando de hacer recortes en un pilar básico de la sociedad como es la educación", sostenía.

El propio Barja reconocía ayer que "debido a la actual situación de crisis", la UDC se ve abocada a firmar un convenio que no les "satisface". La propuesta de la entidad coruñesa era tender hacia una progresiva igualdad entre las tres universidades para intentar paliar los "desequilibrios históricos" entre las entidades gallegas. Sin embargo, en la propuesta que se aprobó el pasado viernes, no se camina hacia este objetivo. "La situación continuará igual por la crisis, pero esperamos que la UDC llegue a recibir en función de lo que hace", sostiene Barja.

El rector cuenta con el pleno apoyo del alcalde coruñés. "La universidad es una institución fundamental en el desarrollo y el futuro de A Coruña, tanto en la labor divulgativa y de formación como en la labor científica y de investigación; una entidad de prestigio y calidad de la que están orgullosos los coruñeses", señalaba ayer Losada.

Pese a aprobarse las directrices generales del plan de financiación para el próximo quinquenio, el pacto no se cerró el viernes definitivamente debido a que las universidades están divididas sobre la fórmula para medir la eficiencia de cada entidad y traducirla en financiación. Quedó en el aire una cuestión nada baladí, que debe consensuarse en la primera mitad de 2011 para aplicarse ya en la distribución de los fondos de 2012.

Las universidades ya fijaron veinte indicadores que medirán la eficiencia y calidad de su actividad académica y científica (tesis, artículos, patentes, cualificación de sus investigadores, ...). La discusión está en decidir que criterios pesan más que otros y cuánto a la hora de repartir el dinero de la Xunta. Tampoco hay consenso sobre cómo valorar cada criterio.

La falta de acuerdo sobre el método para asignar recursos en función de la calidad de las universidades explica porqué los rectores salieron de la sesión de trabajo del viernes, ofreciendo una imagen más de desacuerdo que de pacto. Al rector coruñés hay que sumar las reticencias de Santiago ya que aunque la entidad sigue siendo quien recibirá más dinero, ¿para qué cambiar un modelo que ya la beneficia? Además en la entidad dan por seguro que con el nuevo modelo tendrán que ceder parte de su ración de la tarta ya que ahora el reparto es igual que hace diez años, pero en una década A Coruña y Vigo han avanzado posiciones. Por su parte el rector de Vigo, Salustiano Mato, asegura que el plan es bueno porque a partir de 2012 el presupuesto no se repartirá básicamente en función del número de alumnos y edificios de cada campus, y se tendrá en cuenta el esfuerzo. "Estaremos vigilantes para que se cumpla la financiación por objetivos, no cederemos un milímetro", sostiene y reconoce que espera que otros años Vigo reciba más fondos. La Consellería de Educación, por su parte, tanto el viernes como ayer, puso el acento en que el plan de financiación no recibió ningún voto en contra, aunque sí abstenciones.