Si no ajustan sus cuentas en una situación de crisis como la actual, con una reducción generalizada de los presupuestos, recibirán menos dinero de la Administración autonómica. En eso consiste el plan de sostenibilidad presentado este martes por las tres universidades gallegas a la Xunta: en apretarse el cinturón para estrenar "con un balance saneado" el nuevo plan de financiación universitaria, que vinculará el reparto de dinero público a los resultados y la eficiencia de cada una de las instituciones académicas a partir de 2012.

Las tres universidades gallegas entregaron esta semana en la Xunta, cumpliendo el plazo estipulado por la Consellería de Educación (15 de febrero), un documento en el que cada una de ellas esboza las líneas básicas de su plan de sostenibilidad 2011-2013. Santiago y A Coruña, que aprobaron previamente este documento en consello de goberno y en claustro, congelarán salarios, limitarán los gastos corrientes, frenarán el capítulo de inversiones hasta que la crisis se calme y preparan planes de ahorro de recursos en varias materias (energía, grados, másteres o tecnología) para ajustar sus cuentas a las exigencias de saneamiento que les exige la Administración autonómica.

La Universidade de Vigo, sin embargo, no ha querido avanzar las líneas estratégicas de su plan de ahorro para los próximos dos años. "Se trata de un documento de trabajo interno. Vamos a esperar al visto bueno de la Xunta", según fuentes de la institución académica viguesa.

La Universidade da Coruña (UDC) indica en su plan de sostenibilidad que está "saneada económicamente porque ya en 2010 aplicó un recorte presupuestario en previsión del complicado escenario". Pero no es suficiente. Advierte la institución coruñesa de que mantendrá su personal, congelando salarios, e incrementará el recorte del gasto corriente de bienes y servicios más allá del 2,5% generalizado que ya aplicó en 2010.

El apartado en que la institución coruñesa registrará mayores recortes será en el de inversiones. La Universidade da Coruña reducirá un 20% los fondos reservados en sus cuentas a ese capítulo. El porcentaje de recorte alcanzará en 2012 y 2013 el 40%.

La universidad compostelana que, a diferencia de las otras dos, inicia esta nueva etapa con un déficit de 15 millones de euros, centra sus propuestas en "el ahorro racional de los gastos corrientes y la reprogramación de las inversiones". Adelanta que no habrá más recortes en los salarios de la plantilla pero sí plantea la reasignación de horas de docencia entre los profesores, la supresión en la relación de puestos de trabajo de las plazas no dotadas y la limitación de las plazas de nuevo ingreso a un 10% de la tasa de reposición de efectivos establecida en el Programa de Estabilidad 2009-2013.

Las consellerías de Educación y Facenda examinarán, a través de una comisión, la viabilidad de cada uno de los planes y, una vez aprobados, controlará anualmente su cumplimiento. Si no logran los objetivos, la Xunta penalizará a las universidades (individualmente) con menos dinero del fondo para la mejora de la calidad, que este año suma 18 millones.