El sobrepeso y la obesidad en España, que afectan al 56% de los adultos y al 27% de los niños y adolescentes, no son consecuencia de que se coma demasiado, sino de que se come de forma desequilibrada -abusando de carnes rojas, refrescos y bollería- y de que el 46% de los españoles lleva vida sedentaria. Esta es la conclusión de la Encuesta Nacional de Ingesta Dietética Española (Enide) 2011, realizada sobre 3.000 personas y presentada ayer en Madrid por el presidente de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), Roberto Sabrido, para quien los españoles están "dando la espalda a la dieta mediterránea".

Según expuso Sabrido, la cantidad que comen los españoles "no excesiva". El problema está en que el 40% de la ingesta proviene del consumo de grasas y el 16%, de las proteínas. Además, sólo se come un 41% de hidratos de carbono, menos de lo recomendado, y poca fruta y verdura.