La donación es para el coordinador de trasplantes del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), Antón Fernández, "un acto de amor y solidaridad", tal y como aseguró ayer en la conferencia que impartió en la Domus para inaugurar la tercera edición del ciclo Lunes con Ciencia de los Museos Científicos Coruñeses. "Muchas veces no nos damos cuenta de que la necesidad está más cerca de lo que pensamos y parece que solo reaccionamos cuando las balas suenan cerca", afirma el facultativo, quien asegura que el principal objetivo del centro coruñés es reducir la tasa de negativas familiares.

-¿Cuáles son las metas en el Hospital de A Coruña en materia de trasplantes para este año?

-El principal caballo de batalla son las negativas familiares, que en Galicia subieron este año hasta alcanzar el 28,5%, un dato bastante negativo si se compara con la media española, situada en un 17%.

-¿Por qué los gallegos son más reticentes a la donación?

-Sobre todo por la idiosincrasia gallega sobre los ritos funerarios y la desconfianza hacia el trato y la manipulación del cadáver porque algunos creen que se da a la persona por muerta antes de tiempo. Aunque la desconfianza es la causa más frecuente apuntada por las familias en las encuestas sobre negativas, en Galicia también influye la importancia que se da a las creencias relacionadas con el culto a la muerte en las zonas rurales. La dispersión poblacional en el rural gallego repercute en este sentido mientras que en ciudades como A Coruña la tasa de negativas se aproxima a la media nacional.

-¿Qué posibilidades existen de trasplantes de órganos en vida?

-El futuro avanza hacia la donación en vida para el trasplante renal. En A Coruña, este programa representa un 20% de las intervenciones y nuestro objetivo es seguir manteniéndonos en estas cifras. El año pasado en el Chuac se realizaron 19 intervenciones y se convirtió en el tercer centro español en el uso de esta técnica. El trasplante de riñón de donante vivo permite una recuperación más rápida en casos de pacientes jóvenes.

-¿Cuántas personas se han ofrecido a participar como donantes vivos altruistas en el programa del buen samaritano?

-En España, 23 personas se han inscrito como donantes dispuestos a dar su riñón a un desconocido y ya se han realizado trasplantes con este programa en varias comunidades, aunque ningún gallego forma parte de esa lista de momento. Hay gente que está dispuesta a donar de forma desinteresada y la administración ha puesto a su disposición un mecanismo para que puedan hacerlo, pero su trascendencia en las estadísticas sobre donación es mínima porque ni siquiera está garantizado que esos 23 culminen todo el proceso porque pueden quedarse en el camino por motivos médicos, psicológicos...

-¿Qué ventajas tiene el trasplante renal de vivo cruzado?

-Unas 50 parejas españolas están inscritas en un registro de donantes y receptores de riñón incompatibles entre ellos - de las cuales tres son del Hospital de A Coruña- a la espera de que en cualquier momento surja una opción de cruce viable y sin rechazo con otra pareja en la misma situación. El centro coruñés ha sido nombrado centro de referencia en esta técnica y esperamos realizar la primera intervención este año.

-¿De qué forma hay que concienciar a la población sobre la importancia de donar?

-Tenemos entre tres o cuatro posibilidades más de ser receptores que donantes, por lo que todo el mundo debería pensar que en cualquier momento nosotros o alguien cercano puede necesitar un trasplante. La donación es un acto milagroso pero los órganos solo se pueden buscar en la sociedad, de ahí la importancia de trabajar en la concienciación. Por otra parte, también es fundamental lanzar un mensaje de esperanza a los pacientes y de compromiso a los familiares porque muchos no se atreven a pedirle a su entorno que se presten a donarle el órgano que necesitan.