Asegura que la mayoría de las dietas están mal diseñadas y que por ello mucha gente las abandona sin cumplir con su objetivo. Frente a quienes proponen soluciones milagrosas para acabar con los kilos en un par de semanas, la farmacéutica gallega Amil López Viéitez apuesta por la dieta coherente, que no sólo permite adelgazar sino que también, afirma, mejora la calidad de vida de quien la sigue. Esta especialista en nutrición visitó ayer A Coruña para presentar su último libro: Activa tu metabolismo con la dieta coherente.

-Es la autora de la llamada dieta coherente, ¿en qué se basa?

-Como dice su nombre consiste en llevar una dieta coherente, equilibrada, de acuerdo con nuestro cuerpo, que nos complemente. A ello hay que sumar un estilo de vida activo, donde es muy importante la tonificación muscular y el control de las emociones, que muchas veces influyen en el sobrepeso.

-¿Cuál es el menú ideal?

-La clave está en mantener la hormona de la insulina constante, que no haya picos de azúcar. Para ello es preciso tomar en cada comida de los tres grupos de alimentos principales: hidratos de carbono, proteínas y grasas favorables.

-¿Pero grasas y régimen no son algo contradictorio?

-Para nada. De hecho, para adelgazar hace falta comer grasa. Cuando hacemos una dieta hipocalórica, el cuerpo humano actúa como una máquina de supervivencia y comienza a transformar todo lo que comemos en grasa, para crear lo que sería una especie de almacén de energía. Si comemos sólo fruta, la transformará en grasa. De este modo, perdemos músculo pero no grasa. Por ello debemos comer cierta cantidad de grasa, para que el organismo no reaccione de este modo.

-¿Cuáles son los alimentos más coherentes con el organismo?

-El brecol es muy bueno porque es anticancerígeno, contiene fibra y minerales. Además también es muy positivo el omega 3, que se encuentra en el pescado azul como la sardina o la caballa y que ayuda a reducir el colesterol.

-¿Por qué la gente suele abandonar las dietas?

-Porque el 80% de las dietas están mal diseñadas, no logran motivar al ciudadano y éste termina por dejarlas. Hay que modificar los hábitos nutricionales de menos a más, no hacer cambios drásticos y dar trucos para compatibilizar la dieta con la vida social, que el fin de semana, por ejemplo, haya más libertad con el menú.

-Asegura en su libro que la dieta coherente no sólo sirve para adelgazar.

-Es un estilo de vida saludable, que permite, por ejemplo, mejorar el tránsito intestinal, la resistencia a antibióticos o que una persona esté más relajada.

-Por tanto, alimentación y calidad de vida, ¿van unidas?

-Por supuesto. La alimentación está detrás de la mayoría de enfermedades desde la psoriasis, la fibromialgia, el párkinson o incluso la depresión. Todas están relacionadas con la hormona de la insulina.