El Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) ha dado un paso más en la mejora de la atención a los pacientes con diabetes de tipo 1 o infanto-juvenil con la puesta en marcha de una unidad especializada en esa dolencia, que afecta a casi 2.000 coruñeses. "La Unidad de Diabetes del Chuac se dirige a pacientes jóvenes y a adultos que dependen de la insulina para poder vivir", indica la doctora Teresa Martínez, médico del Servicio de Endocrinología del centro coruñés y principal impulsora de la citada unidad, quien explica que la diabetes de tipo 1 se diferencia de la de tipo 2 en que, en la primera, el páncreas deja de fabricar insulina. "La diabetes de tipo 1 es una de las enfermedades crónicas infantiles más frecuentes, y se produce porque el páncreas no fabrica suficiente cantidad de insulina. La de tipo 2 es más habitual en mayores de 40 años, de ahí que se la conozca, también, como diabetes del adulto, aunque está aumentando mucho su incidencia en adolescentes e, incluso, preadolescentes por la obesidad. En este caso, la capacidad de fabricar insulina no desaparece, pero el cuerpo presenta una resistencia a esta hormona que hace que disminuya su producción", señala Martínez.

El objetivo principal de la Unidad de Diabetes del Chuac -"que aunque ya ha empezado a funcionar, todavía se encuentra en su fase inicial", matiza la doctora Martínez- es mejorar la atención y el seguimiento de los pacientes del área coruñesa. "Nuestra idea es aumentar la calidad de la asistencia dando a los pacientes una atención diferenciada e introduciendo, poco a poco, nuevas tecnologías en los tratamientos, como los sensores de glucosa, que permiten medir durante 24 horas, de forma constante y fiable, los niveles de azúcar en sangre, o las bombas de insulina, que permiten administrar esta hormona de manera continua al organismo por medio de un catéter", indica la médico del servicio de Endocrinología del Chuac, y añade: "A largo plazo, nuestra intención es poner en marcha un hospital de día para diabéticos, en el que se pueda atender a pacientes con descompensaciones y así evitar su ingreso por urgencias, y los consiguientes trastornos que esto genera", destaca.

La recién creada Unidad de Diabetes del Chuac está repartida entre las instalaciones del propio hospital y el centro de especialidades del Ventorrillo. "Hemos optado por hacerlo así por una simple razón de espacio. En el centro de especialidades del Ventorrillo atendemos a pacientes de menor edad, niños y adultos jóvenes sin complicaciones, mientras que en el hospital vemos a quienes tienen la enfermedad más evolucionada", apunta la doctora Martínez, quien recuerda que los pacientes con diabetes de tipo 1, si no realizan el tratamiento como es debido y no tienen un seguimiento médico adecuado, "pueden desarrollar problemas graves o crónicos". "Si, por ejemplo, no se inyectan insulina, sufrirán una descompensación de azúcar que, en último caso, puede llevarlos a ingresar en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) e, incluso, provocarles la muerte, aunque afortunadamente esto ya casi nunca sucede", subraya la facultativa del Chuac.

La doctora Martínez advierte de que la diabetes mal tratada puede afectar a los ojos, los riñones, el corazón y, en general, "a todo el organismo". "Los enfermos que no se cuidan pueden llegar a quedarse ciegos o sufrir graves problemas circulatorios que obliguen a amputarles algún miembro", remarca.