El Centro de Supercomputación de Galicia (Cesga) presta servicios a algunos de los más excelentes grupos de investigación de España. Los recursos, tanto humanos como materiales, del centro gallego calcular y elaboran simulaciones y modelizaciones numéricas para cinco de los veintidós centros investigadores preseleccionados por el Ministerio de Ciencia e Innovación para optar a las ayudas Severo Ochoa, que reconocen la excelencia en estudios científicos y a las que solo se presentó una candidatura de Galicia, la Estación de Ciencias Marinas de Toralla, que no pasó la criba.

El Centro Nacional de Biotecnología, el Instituto de Ciencias Matemáticas (Icmat), el Instituto de Física Teórica (IFT-CSIC) de la Universidad Autónoma de Madrid, la Estación Biológica de Doñana el Instituto de Ciencias del Cosmos son los cinco colectivos preseleccionados por el departamento que dirige Cristina Garmendia por su labor investigadora que se sirven del Cesga. "Cálculo, comunicación y almacenamiento" es lo que la élite de investigación obtiene de Cesga, como explica su director, Javier García Tobío.

El informático apunta que la institución que dirige está coparticipada por la Xunta y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), de modo que los usuarios del Cesga son "comunidades investigadoras que gestionan ambas instituciones, que se localiza en nuestras universidades, en los centros de investigación de la propia Xunta, en hospitales, centros tecnológicos, etc., junto con la comunidad investigadora del CSIC".

Las consecuencias de la aparición de una nueva especie en el entorno, por ejemplo, es uno de los estudios en los que la Estación Biológica de Doñana se encomienda al Cesga. También los cálculos del comportamiento del tiempo a partir de datos facilitados por Meteogalicia entran en las funciones de la institución, aunque la interpretación final y la elaboración de la predicción recae en los meteorólogos.

"Hay eventos que no se pueden reproducir porque son muy grandes, como el origen del universo, o porque son muy pequeños, como las cuestiones que estudia la nanotecnología, por ejemplo, qué está pasando en una millonésima de segundo entre dos proteínas; todo eso lo simulamos en ordenadores", señala García Tobío.

El Centro de Supercomputación de Galicia, que el pasado mes de mayo amplió la capacidad del Supercomputador Virtual de Galicia, trabaja con 45 de los 148 centros de investigadores del CSIC que existen en España. Aunque existen otros cinco organismos autonómicos dedicados también a la supercomputación -Cataluña, Extremadura, Andalucía, Murcia y Castilla y León, el de Galicia, asegura García Tobío, "es el más potente". Su mayor competidor es su homólogo catalán, convertido en centro nacional, aunque Galicia, según el informático, es superior en "cierto tipo de algoritmos matemáticos".