El dinero, los hijos y el odio. Estos son las principales causas de la mayor parte de las discusiones que surgen a lo largo de un proceso de divorcio, según indican los expertos. A pesar de que el porcentaje de parejas gallegas que tramitaron su divorcio de forma no consensuada fue, en 2010, inferior al de aquellas que lo hicieron a través de mutuo acuerdo -un 45% frente a un 54%-, las cifras se pueden reducir aún más en beneficio del mutuo acuerdo. "Regular y fomentar la custodia compartida de los hijos reduciría entre un 30% y un 40% la contenciosidad en los divorcios porque si desaparece el problema de los hijos la discusión se reduce tan solo al tema del dinero", asegura el abogado matrimonialista coruñés, Ignacio Bermúdez de Castro:

La custodia compartida es lo más recomendado por el letrado coruñés: "Si se necesita un padre y una madre para generar un hijo, lo normal es que también sean necesarios para educarlo". Algo que, sostiene, no es posible en todos los casos. "Solo se puede escoger esta opción si el padre y la madre del niño viven relativamente cerca, para que el niño pueda convivir un determinado tiempo en casa de cada uno de los padres y aún así poder asistir al mismo colegio y seguir con los mismos amigos", indica.

"Muchas veces hay cónyuges que saben que la custodia compartida es lo mejor, pero no se decantan por esta opción por fastidiar al contrario", afirma el letrado y añade: "Existe un artículo, el 92 del Código Civil, en el que se especifica que si uno de los padres decide no decantarse por esta opción para educar a los hijos, la compartida no se puede otorgar. Muchos juzgados ya la están recomendando, pero a causa de este artículo están limitados".

El litigio desaparece cuando los problemas que surgen a raíz del dinero y los hijos se disipan, explica Bermúdez de Castro. "Cuando un matrimonio sin hijos menores y con un sueldo más o menos similar se divorcia generalmente lo hace de mutuo acuerdo", asegura el letrado. Por este motivo quizás la contenciosidad se incremente en un abanico de edad que abarca a parejas entre los 35 y los 50 años, según asegura el abogado matrimonialista.

En cuanto al perfil de parejas que más se divorcian asegura Bermúdez de Castro que los matrimonios que llevan entre 5 y 15 años casados y con hijos menores son los más propicios a hacerlo, mientras que a partir de los setenta años son muy pocos los que deciden comenzar un proceso de este tipo, "es muy raro porque si ya has aguantado tantos años, aguantas hasta el final".

La reducción del número de divorcios en los últimos años (tendencia que varió en 2010), según Bermúdez de Castro, no está supeditado a la crisis económica. "Cuando la crisis emocional es muy grande no hay crisis económica que frene un divorcio", asegura el abogado matrimonialista y añade: "Siempre hay un familiar que ayude a afrontar los gastos del proceso"; un litigio que oscila entre los 3.000 euros en función de ciertos procedimientos que cada pareja tiene que llevar a cabo.

No falta gente que, pese a todo, decide no afrontar un divorcio por miedo a perder cierto nivel de vida. "Hay cónyuges que no se separan de sus parejas porque en su situación están con un nivel de vida alto y sin su pareja verían como sus recursos descienden considerablemente", apunta el jurista.

Los motivos más frecuentes que propician un divorcio son la rutina, desacuerdos en la educación de los hijos y la aparición de terceras personas, apunta este abogado coruñés.