Alrededor de 8.000 personas sufren algún tipo de ataxia hereditaria o falta de descoordinación en el cuerpo en España, aunque en la actualidad no existe ninguna estadística oficial, según recordó ayer la Sociedad Española de Neurología (SEN), con motivo del Día Internacional de la Ataxia que se celebra hoy.

Bajo el término ataxias heredodegenerativas se engloban más de 40 tipos de enfermedades degenerativas del sistema nervioso caracterizadas por pérdida del equilibrio y descoordinación en la realización de movimientos voluntarios. Generalmente son enfermedades progresivas, evolutivas y altamente discapacitantes. "Debido a la gran variedad, la sintomatología de estas enfermedades es muy variada, no obstante, la falta de coordinación de los movimientos, que puede afectar a cualquier parte del cuerpo, es el rasgo común a todas ellas", explica la coordinadora del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento (GETM), la doctora Rosario Luquín Puido, quien añade que "esta falta de coordinación se puede manifestar en la falta de equilibrio, en una descoordinación de las extremidades superiores (dismetría) o en el deterioro en el control de los movimientos oculares o de los músculos que intervienen en el habla".

Kurtis apunta que "es muy importante la detección precoz del síndrome porque, aunque no hay tratamientos curativos, cuando los pacientes asisten a las consultas se les aportan novedades sobre terapia ocupacional, física o pistas clave para evitar caídas en casa".

La doctora considera "imprescindible" distinguir entre ataxias heredodegenerativas y ataxias adquiridas, puesto que en el diagnóstico del paciente "es primordial descartar que no sea adquirida". Las ataxias adquiridas son aquellas que se producen por un tumor, por una enfermedad autoinmune como el lupus, por intolerencia al gluten o incluso por alcoholismo, entre otros múltiples factores, mientras que las más comunes y severas son las que se producen por cuestiones hereditarias, de ahí que se denominen ataxias heredodegenerativas.

Para mejorar la calidad de vida de los pacientes, la neuróloga explica que hay que llevar a cabo "tratamientos alternativos y específicos" para ayudarles a optimizar el equilibrio".