El Ayuntamiento de Valladolid ha aprobado este martes la modificación de la ordenanza municipal conocida como "Antivandalismo", que prohíbe "transitar por los espacios públicos con bañador o ropa similar, salvo en piscinas o playas", pero no habla de pasear en chancletas por la ciudad.

Con 17 votos a favor (PP) y 12 en contra (PSOE e IU), el pleno municipal ha respaldado la modificación de la norma que ha generado polémica por la supuesta prohibición de caminar en chancletas por las calles vallisoletanas, cuestión que -según ha recalcado el equipo de gobierno- nunca ha figurado en el proyecto.

La reforma establece que los agentes de la autoridad "recordarán en primer lugar a las personas infractoras que su conducta está prohibida por la ordenanza y sólo si persisten en su actitud se denunciará".

Por este motivo, el concejal del Área de Seguridad y Movilidad, Manuel Sánchez, ha explicado que la norma tiene un carácter más "educador y social que sancionador".

"Ninguna persona podrá estar desnuda o semidesnuda en los espacios públicos, salvo que cuente con autorización para ello", ha recogido el nuevo documento, que además proscribe las acampadas y asentamientos irregulares en las calles de Valladolid.

La modificación de la norma local prohíbe además "las conductas que adopten cualquier forma de mendicidad en vías y espacios públicos", "especialmente las ejercidas por menores".

El portavoz del Grupo Municipal Socialista, Óscar Puente, ha asegurado que las sanciones a la mendicidad "no tienen ni pies ni cabeza" y ha dicho que la denominación "semidesnudo" es "arbitraria".

Puente ha pedido al Grupo Popular que concrete en cuanto a la prohibición de ir en bañador y añada a la misma la coletilla "solo en traje da baño", ya que hay personas que lo acompañan de una camiseta.

El concejal del Grupo Municipal de Izquierda Unida (IU) Alberto Bustos ha asegurado que Valladolid no le parece una ciudad ni "antisocial ni vandálica", y por ello ha asegurado que "algunos derechos fundamentales de los ciudadanos pueden estar en peligro con esta ordenanza".

La nueva ordenanza deberá pasar un proceso de exposición pública, donde quizás haya alegaciones, se debatirá y volverá al pleno para ser aprobada de forma definitiva.