La Justicia europea pone orden en la polémica legislación sobre células madre que proceden de embriones humanos y que implican la destrucción de éstos. Esta técnica, que ha sido anunciada por la comunidad científica como la futura panacea posible para enfermedades como párkinson o alzhéimer y criticada por la Iglesia católica, queda blindada a su desarrollo comercial. Al menos, en Europa. No se podrán patentar células madre embrionarias, al entender que eso implica el uso comercial de un óvulo humano fecundado. Es decir, si para conseguir esas células se destruyen embriones, se está violando la protección de la dignidad humana, según los jueces. Sí se permite, no obstante, la investigación en la materia.

Una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE dictaminó ayer que no es posible patentar aquellos procedimientos científicos destinados a obtener células madre que impliquen la destrucción del embrión humano, incluso si éste se encuentra en fases tempranas de su desarrollo -ni su utilización como materia prima-.

La corte de Luxemburgo se pronunció así sobre un litigio que venía de lejos (se remonta a 1997) y que enfrentaba al científico alemán Olivier Brüstle y a la organización ecologista Greenpeace, por un método para fabricar otras células con células madre embrionarias humanas, según reconoció el Tribunal en un comunicado. Este ciudadano registró una patente que se refiere a células progenitoras neuronales aisladas y depuradas producidas a partir de células madre embrionarias humanas y utilizadas para tratar enfermedades neurológicas. Según el titular de la patente, ya se han realizado las primeras aplicaciones clínicas, en particular, en pacientes afectados por la enfermedad de Parkinson.

La máxima instancia judicial de la Unión Europea deja establecido que no es patentable un procedimiento que emplea la extracción de células madre obtenidas a partir de un embrión humano, aún en los estadios más precoces (de blastocisto -4 o 5 días después de la fecundación-) ya que éste "implica la destrucción del embrión".

El asunto ya recibió un revés en la Corte de Múnich en 2006, aseguran expertos de la comunidad científica que han seguido el tema desde entonces. Y el caso llegó a la corte de Luxemburgo remitido por el tribunal alemán, que cuestionó cómo interpretar la legislación comunitaria sobre protección jurídica de este tipo de invenciones tecnológicas.

La utilización de embriones humanos "con fines terapéuticos o de diagnóstico que se aplica y que es útil al embrión puede ser objeto de patente, pero su utilización con fines de investigación científica no es patentable", señala el Tribunal. Esto se traduce, según explica la profesora gallega Clara Álvarez "en que sí sería patentable la técnica si fuese aplicable al propio embrión, para diagnóstico o terapias de embriones, porque ahí el beneficio lo saca el propio embrión humano; y no para adultos humanos, porque en este caso se estarían usando embriones como materia prima". Es decir, sí pueden ser empleados, por ejemplo, para corregir una malformación y mejorar la esperanza de vida de un feto.

Las investigaciones con células madre embrionarias actualmente en marcha en España proseguirán, reconoció ayer el Ministerio de Ciencia, tras consultar la sentencia con expertos del Instituto Carlos III. "Se prohíben las patentes, no las investigaciones", explicaron desde la administración central. Aún así, un posible desarrollo industrial de las mismas tendría que efectuarse fuera de Europa. También el Tribunal señala que la interpretación "no ha de abordar cuestiones de naturaleza médica o ética", sino entenderse en modo "amplio", por lo que deberá considerarse como "embrión humano" a todo óvulo humano a partir de la fecundación.

La sentencia de la UE es "un dictamen muy sensato y serio", para el cirujano de cabeza y cuello gallego Joaquín Mendoza -que dirige varios estudios con células madre, pero adultas-. Y también es entendido por la profesora Clara Álvarez, del departamento de Fisiología de la Universidade de Santiago de Compostela como "una sentencia que protege la investigación con embriones, pero la aleja del abuso comercial".

Estos dos expertos consultados comparten la idea de que sí será un atraso para corporaciones farmacéuticas que han invertido en investigar a la espera de aplicaciones industriales. "Habrá caído como un jarro de agua fría", sostiene Mendoza. Aún así, en otros países como EEUU, China o Corea sí que es posible patentar con células derivadas de embriones, lo que supone un contraste. Álvarez también recuerda a las asociaciones de enfermos de alzhéimer, que pueden ver ralentizadas las investigaciones. "Frente a los que ven problemas éticos con las células madre embrionarias, están todos los pacientes con enfermedades degenerativas sin cura", señala. De todos modos, recuerda que esta sentencia "no prohibe la investigación con células madre embrionarias humanas , si no que prohibe patentar u obtener rendimiento económico de células derivadas de un embrión humano". Y que "las terapias con células madre, aunque son el futuro, necesitan investigaciones sobre seguridad".