Cuando el equipo Ópera presentó en sociedad los neutrinos voladores, protagonistas del experimento que ponía en duda toda la teoría de Albert Einstein y abría la puerta al viaje de partículas más allá de la velocidad de la luz, la comunidad científica internacional se puso a trabajar para desmontar argumentos. No es mala leche sino la forma más eficaz de progresar en investigación con pasos seguros.

Los físicos teóricos aseguraron desde el primer momento que no es posible esa velocidad de los neutrinos. Un experimento del equipo Ícaro, que pertenece también al CERN, el Centro Europeo para la Investigación Nuclear, con sede en Ginebra, pone en jaque el experimento Ópera.

Según los responsables del nuevo equipo los neutrinos no liberaron la energía suficiente como para haber batido ese récord para la Historia de la Civilización. Sin liberación de energía más allá de la que generan los neutrinos convencionales no es posible superar la velocidad de la luz.

El desafío sigue abierto. El equipo del experimento Ópera nunca habló de descubrimiento, sino de "anomalía". Se hicieron las pruebas y dieron unos resultados. Inexplicables. El responsable del Ópera pidió hace un mes, que quien pudiera que aportara una explicación razonable.