El presidente de la Sociedad Gallega de Geriatría y Gerontología, Andrés Vázquez Piñeiro, defiende también la idea de que la sexualidad en general (y no solo la femenina), tiende a mejorar a medida que se suman años. "Las personas mayores saben que su sexualidad sigue funcionando. Sigue habiendo represión y autocensura en torno a este tema, pero cada vez son más los mayores de 70 años que viven su sexualidad con absoluta normalidad", señala Vázquez Piñeiro, quien asegura que el reto es ahora "conseguir que todo el mundo sepa que la actividad sexual solo se acaba con la muerte".

Este experto destaca que la sexualidad es un impulso innato y que, como tal, se mantiene incluso en la demencia y la patología. "Hasta las personas con demencia tienen necesidades sexuales", remarca Vázquez Piñeiro, quien insiste en que la sexualidad "solo desaparece con la muerte". "La sexualidad cambia con la edad porque hay cambios fisiológicos que hacen variar su morfología, pero eso no quiere decir que la necesidad de los contactos sexuales se muera o desaparezca, sino todo lo contrario", apunta este experto, y continúa: "La sexualidad como penetración o contacto coital tiende a disminuir para convertirse en la necesidad de recibir caricias, cariño... Se trata de conductas mucho más tranquilas", indica.

No obstante, el presidente de la Sociedad Gallega de Geriatría y Gerontología admite que "sigue habiendo muchos tabúes" sobre el tema. "Hay que formar a los propios mayores, a la sociedad en general y también a los cuidadores para lograr desterrarlos", indica.