Un gallego, portador de un gen ligado al cáncer de mama y testículo, ha sido autorizado a seleccionar genéticamente un embrión libre de esa mutación, es decir, podrá tener un bebé que no herede esa anomalía, concretamente en el gen BRCA2. La Comisión Nacional de reproducción humana asistida dio luz verde al tratamiento, que realizarán médicos gallegos en el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI).

El afectado, diagnosticado de cáncer de mama a los 34 años y con tumores en un testículo, tiene además hasta ocho parientes enfermos o fallecidos por esa causa. Los médicos estimaron que una mutación del gen BRCA2 es el origen más posible de la enfermedad en varios miembros de la familia que han padecido tumores de mama, estómago y próstata. Y la probabilidad de transmisión a los hijos es del 50%, lo que se conoce como "herencia autosómica dominante".

Por eso, la Comisión Nacional de reproducción humana asistida le autoriza a que pueda realizar un diagnóstico preimplantacional. Así lo confirma el Ministerio de Sanidad, que explica que los casos, por su particularidad, se revisan uno a uno. El citado procede de la sanidad pública, confirman desde el IVI, por lo que el tratamiento está cubierto por el Sergas.

También lo corrobora el propio director del centro IVI de Vigo, Elkin Muñoz, que asegura que el protocolo podría estar listo en un mes. A partir de ahí, comenzará el proceso de fecundación in vitro de la mujer para transferirle el embrión sano. "Este proceso no se puede aplicar a todos los pacientes que tengan antecedentes familiares de cáncer hereditario", insisten.

La mutación detectada a este hombre le hace ser entre un 65 y un 85% más propenso que el resto de la población a sufrir cáncer de mama y hasta un 45% de testículo. Existen poquísimos casos en la literatura científica sobre técnicas de reproducción asistida con la mutación BRCA2. Solo una referencia -de un mujer- en la revista norteamericana Fertility and Sterility a nivel internacional, por lo que probablemente se trate del primer caso en el mundo de un hombre que recurre a esta técnica para librar a su futuro hijo de la herencia cancerígena. "No tenemos constancia de otro caso", indicó el director del IVI, Elkin Muñoz.

Una vez realizado el proceso de fecundación in vitro de la mujer, son analizados varios embriones a los que se extraerá una célula para saber si son portadores o no de la mutación y así elegir una sana. A partir de ahí, se transferirá al útero materno un embrión libre del gen. Doce días después, los médicos sabrán si ha prosperado el embarazo.

Esto no quiere decir que el futuro bebé esté libre al 100% del riesgo de cáncer, sino de una mutación que le hubiese supuesto unas probabilidades de padecer un tumor de hasta 80%.

Aunque la ley de reproducción asistida autoriza la selección genética de embriones libres de ciertas enfermedades ligadas a un único gen, en el cáncer, los casos deben ser autorizados historial por historial. Se valora el diagnóstico molecular de la mutación; que exista una alta prevalencia en la familia -con el árbol genealógico- y que la mujer tenga una alta probabilidad de éxito reproductivo.

En marzo de 2011 se presentó en Cataluña el primer bebé español libre de la carga genética de cáncer.

Los posibles conflictos éticos que puede suponer un procedimiento médico como este son sobradamente conocidos porque suponen la elección de embriones ya fecundados. "Quizás para mucha gente el fin no justifica los medios, pero nos tenemos que poner en el lugar de esta familia para entender que sí los puede justificar", explican expertos.

También el director del centro IVI de Vigo, Elkin Muñoz sostiene que "solo el que vive una enfermedad debe solicitar el tratamiento y más en un Estado en el que existe una ley que lo regula". Y sobre los conflictos éticos de la técnica, opina que "son quienes padecen estos dramas, quienes saben las implicaciones reales y deben participar en la toma de decisiones". En efecto, la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida regula cada uno de los casos, para determinar en cada historial concreto.

Frente a la posibilidad de pedir un diagnóstico "a la carta" para así gestar embriones libres de la enfermedad, los profesionales insisten en que este proceso no se puede aplicar a todos los pacientes que tengan antecedentes familiares de cáncer hereditario.

Los requisitos para que se autorice una intervención de este tipo son muy estrictos y la comisión de expertos analiza cada caso de forma individual.