Dormir a pierna suelta sin preocuparse por los terrores nocturnos -propios de personas que han sufrido algún trauma--es posible si se prepara el cerebro para soñar solo en positivo. La propuesta experimental, con intención de hacerse clínica, es de la investigadora alemana Úrsula Voss, catedrática de Psicología en el Instituto de Psicología de la Universidad Friedrich-Wilhelms de Bonn.

Los psicólogos hablan de sueños lúcidos y Voss los induce con la estimulación del cerebro dormido con corrientes eléctricas de baja intensidad. La técnica no presenta riesgos. El paciente distingue siempre lo que es real de lo que es sueño.

Voss asegura que el nuevo procedimiento "es muy positivo para pacientes traumatizados: los que regresan de una guerra, los que han sufrido violencia sexual o quienes han tenido una pérdida dolorosa y padecen por eso cuadros de ansiedad, de depresión o pesadillas".

"Dormir es necesario y soñar es sano", indica la psicóloga alemana, pero para algunas personas es así solo si se superan la ansiedad y el pánico al sueño. Se trata de llevar a la persona tratada a un estado psicológico "en el que sabe que está soñando y qué está soñando. Conoce además que es un sueño y que nada le puede ocurrir", añadió Voss, para quien esta técnica puede resultar clave para la ciencia "porque nos da la oportunidad de observar el cerebro. En el sueño no hay futuro ni pasado, todo lo que ocurre es aquí y ahora".

Por su parte, Marino Pérez, catedrático de Psicología Clínica y autor del libro El mito del cerebro creador, indicó que "los sueños lúcidos son muy conocidos y se han estudiado a fondo desde finales del siglo XIX. Incluso Aristóteles tiene referencias al respecto. La propuesta de la doctora Voss es interesante al inducir o dirigir el cerebro. El resultado depende de la cultura y de lo que en cada época la sociedad crea que es el sueño. Y depende también de las experiencias personales de cada cual la posibilidad de recordar y analizar los sueños". Dicho eso, Marino Pérez afirma, asimismo, que "es propio del fetichismo creer que el cerebro puede ser adiestrado y entrenado como si fuese un gato o un músculo. Por eso suenan falaces esos mitos de la neuroeconomía o de la neuroética. Son solo oportunismos pseudocientíficos".

En relación a su novedoso trabajo, Úrsula Voss considera que una de las claves de la psicología es definir con exactitud qué es la consciencia, ese nivel que diferencia a los humanos de los animales o de la inteligencia artificial. "No somos mejores por ser más inteligentes, sino porque somos conscientes; la consciencia tampoco nos hace necesariamente mejores, pero sí diferentes", afirma, y sitúa en un terreno entre la consciencia y la inconsciencia la técnica de los sueños lúcidos, una terapia que compara con la hipnosis y sus buenos resultados para tratar muchos traumas psicológicos. De todos modos, el manejo de los sueños lúcidos no puede sustituir la medicación. Sí permiten al psicólogo adentrarse en el fondo de un paciente.