La ex número dos del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega presentó ayer la Fundación Mujeres por África, de la que es presidenta, en un acto en el que, tanto o más que sus contenidos, impactó el rejuvenecido look de quien fuera mano derecha de José Luis Rodríguez Zapatero. El desgaste del poder, evidentemente, ha dejado de hacer mella en ella.

El cambio de imagen es más que notable. De la Vega luce prácticamente sin arrugas en el rostro y en el cuello, pero, además, ha sustituido sus habituales pantalones o faldas largas por una falda por encima de la rodilla, y lleva el pelo más largo y más oscuro. Nada que ver con el rabioso amarillo de otros tiempos.

No es la primera vez que la exvicepresidenta se hace unos retoques, pero parece que en esta ocasión la indumentaria, más clásica y menos vistosa, va a permitirle dejar atrás definitivamente la imagen de aquella "María Teresa Fernández de la Vogue", según fue bautizada por sus críticos más acérrimos tras protagonizar, con el resto de las ministras de Rodríguez Zapatero, aquel célebre reportaje de la prestigiosa revista de modas.

Los malévolos acuñaron después la expresión Pasarela Maputo para aludir a la llamativa vestimenta de De la Vega, que lucía también en sus viajes humanitarios a África. De este continente, y de su deseo de promover en él la igualdad, habló ayer en Madrid, acompañada por la reina Sofía, el propio Zapatero y buena parte de su antigua plana mayor, como los exministros Carme Chacón, Miguel Ángel Moratinos, Trinidad Jiménez y José Bono.

También acudieron en apoyo de Mujeres por África (MxA), las exministras del PP Celia Villalobos e Isabel Tocino, y el banquero Emilio Botín y el presidente de ACS y del Real Madrid, Florentino Pérez, que forman parte del patronato de la fundación.

Botín elogió la labor de De la Vega por su "liderazgo", "enorme capacidad de trabajo" y "brillante trayectoria", cualidades todas que la convierten en "una de las mujeres españolas más sobresalientes".

"No podemos permanecer impasibles ante las graves carencias de África", advirtió el presidente del Santander, antes de recordar que, en todo caso, este continente "no ha sufrido excesivamente" los efectos de la crisis. De la Vega agradeció todas las ayudas recibidas, entre ellas la de Botín, pero dejó claro que la igualdad es "la mejor inversión" y "que apoyar a las mujeres es impulsar a África".

Durante su intervención, Fernández de la Vega recordó que son las mujeres africanas "las que mantienen la economía informal, las que producen la mayor parte de los alimentos y las que sustentan a más del 40% de las familias". En este sentido, la Fundación, que nace para promover la igualdad de oportunidades y el progreso de África a través de sus mujeres, pretende ser una entidad de referencia, tanto a nivel nacional como internacional, comprometida con el desarrollo económico y social sostenible, los derechos humanos, la paz, la justicia y la dignidad de las personas.

Para ello, se actuación se desarrollará, según señaló la exvicepresidenta, en cuatro áreas concretas que son la educación, la salud, el desarrollo económico y la participación de las mujeres.

"Hay una cara de África que nos habla de millones de personas, muchas de ellas mujeres, que se esfuerzan por cambiar las cosas y que están consiguiendo hacerlo, sacar adelante sus comunidades, sus países y sus pueblos", añadió Fernández de la Vega.

La exvicepresidenta defendió en este sentido a África como un continente "con un potencial enorme de desarrollo económico" y rico "en recursos naturales, recursos humanos y con una de las poblaciones más jóvenes del planeta".

La vicepresidenta de Gambia, Isatou Nije-Saidy también participó en el acto de presentación de la Fundación y subrayó que el "desarrollo de las mujeres es el desarrollo de África y que el desarrollo de este continente es también el del mundo".