Los casos de varicela descendieron un 38% en la comunidad gallega en solo un año al pasar de los 8.456 afectados en 2009, a los 5.270 de 2010, según los últimos datos de la Dirección Xeral de Saúde Pública, dependiente de la Consellería de Sanidade. La caída de contagios llega justo después de que Galicia registrase un repunte de esta enfermedad -solo en la provincia de A Coruña, los casos aumentaron un 30% entre 2008 y 2009-. Los pediatras gallegos achacan este descenso a que cada vez hay más padres que deciden vacunar a sus hijos contra esta patología, pese a no estar financiada por el Sergas y tener que pagar unos 82 euros por el tratamiento completo. "Lo habitual es que la varicela sea una patología leve, pero en ocasiones tiene graves complicaciones", sostiene el presidente de la Sociedad Gallega de Pediatría, Juan Sánchez Lastres, quien aboga por vacunar a los pequeños a los 15 meses y a los tres años.

Los pediatras gallegos llevan años solicitando sin éxito a la Xunta que vacune a los menores de 12 años de la varicela. El objetivo, prevenir problemas de salud en los pequeños, pero también ahorrar los costes provocados por esta patología. "La varicela puede derivar en una encefalitis, una neumonía o puede ocurrir que las lesiones cutáneas se sobreinfecten y aparezca una fascitis en la piel", indica Sánchez Lastres, quien añade: "Además, este virus tiene una repercusión social con coste económico añadido, debido a que los padres tienen que faltar horas al trabajo para el cuidado de los niños, se dan bajas laborales, etc...".

Los niños gallegos que no hayan pasado la varicela reciben gratis la vacuna a los 12 años, pero para los pediatras, a esa edad, la prevención llega tarde. "No es la edad más apropiada porque lo habitual es que ya la hayan tenido", indica este pediatra, quien reconoce, que la situación económica no es la más adecuada para ampliar el calendario. "No implantar la vacuna antes de los 12 años es una cuestión de costes y de prioridades de la Administración aunque somos comprensivos con la situación actual y agradecemos que, pese a ello, se haya incluido la del neumococo", indica el doctor Sánchez Lastres.

Pese a que, de momento, la vacuna contra la varicela en niños de 15 meses y tres años solo es gratuita en Navarra y Madrid, los padres gallegos no dudan en asumir los costes de inmunizar sus hijos. "Lo ideal son las dos dosis -cada una tiene un coste de 41,9 euros- ya que se ha visto que quienes solo recibían una, al final tenían igual la varicela aunque más atenuada", sostiene este pediatra.

La falta de una campaña de vacunación oficial es lo que provoca que, cada año, haya miles de casos de varicela en Galicia mientras los de patologías infantiles similares como el sarampión sean anecdóticos: nueve en la última década, por los más de 85.900 de varicela.

El actual descenso en la incidencia de la varicela es común en todas las provincias gallegas. Ourense se sitúa a la cabeza al disminuir un 82% el número de afectados en un año; seguida de A Coruña (un 32% menos, al pasar de 2.796 afectados en 2009 a los 1.882 de 2010), Lugo (-16%) y Pontevedra (-1,12%).

Las bautizadas como fiestas del sarampión son reuniones organizadas por los padres del niño que tiene el virus con el objetivo de contagiar a los invitados para que pasen el virus cuanto antes. Esta práctica, de origen anglosajón y que ya se realiza en zonas del levante español, no ha llegado todavía a Galicia, según los médicos, ya que la incidencia de esta patología es mínima. Eso sí, desde la Sociedad Gallega de Pediatría reconocen estar "preocupados" por la creciente tendencia de "no vacunar a los niños".

"Cada vez hay más padres que rechazan las vacunas y es una grave irresponsabilidad ya que cuentan con todas las garantías y tienen numerosas ventajas y bondades para los pequeños", señala el presidente de esta entidad, Juan Sánchez Lastres, quien tacha de "egoístas" a estos padres. "Sus hijos se benefician de que la mayoría de los niños están inmunizados y por ello no contraen estos virus", resalta.

Para este pediatra, hay diferentes perfiles entre los padres que rechazan las vacunas. "Por una parte están personas de ambientes marginales que desconocen que existe esta opción o sus ventajas y por otra, quienes lo hacen por cuestiones ideológicas naturalistas", indica y añade: "Es por culpa de estos últimos, por lo que, de vez en cuando, surgen problemas y aparecen brotes de ciertas patologías que ya estaban controladas"