El Ministerio de Educación "revisará" las condiciones en que los alumnos obtienen el título académico al terminar la Educación Secundaria Obligatoria, ya que la legislación actual lo permite hasta con tres suspensos. "Que uno pueda titularse sin haber aprobado todas las asignaturas no deja de ser algo un tanto singular", señaló el titular de Educación, José Ignacio Wert, quien considera esto un "agujero".

El ministro esbozó la reforma académica que prepara el Gobierno, que llegará al Congreso previsiblemente después del verano y entraría en vigor, progresivamente, a partir del curso 2013-2014. No obstante, los temarios de la materia Educación para la Ciudadanía se modificarán por real decreto para que se estudien ya el curso próximo, si bien el cambio de nombre por el de Educación Cívica y Constitucional tendrá que esperar a la reforma en sí de la Ley Orgánica de Educación (LOE).

Wert indicó, no obstante, que se reforzarán las asignaturas instrumentales (Lengua, Matemáticas e Inglés), en un posible cambio de planes de estudio. Como argumento, el titular de Educación rechazó el "excesivo grado" actual de elección de materias optativas, al tiempo que aludió a la "falta de troncalidad" de los currículos y a la pérdida de la cultura del esfuerzo. "En definitiva, se trataba (hasta ahora) de que hubiera muchas opciones para que el alumno pudiera elegir lo que le resultara más fácil o más grato", aseguró Wert, así que se revisará todo esto con una "altísima probabilidad de modificación".

El ministro justificó el aplazamiento de los módulos de FP de 2.000 horas por razones de eficiencia "de acuerdo con todas las comunidades", y también la postergación de los cambios en el cuarto curso de ESO aprobados por el anterior Gobierno socialista. A su juicio, no tendría sentido incorporar esos cambios para que estén vigentes solo un curso, ya que la reforma educativa anunciada por el Gobierno se refiere a esas etapas.

Wert también resumió el núcleo de la reforma en la "conversión" de cuarto de ESO en curso "propedéutico", es decir, con "mucha troncalidad y una diversificación de caminos" entre el Bachillerato y la FP de grado medio. "Pero ese curso -precisó- sigue formando parte integrante de la educación obligatoria y gratuita. No existe una titulación de la ESO previa a cursar ese año", señaló.

La idea, subrayó el ministro, es que la elección temprana puede servir de motivación para continuar el recorrido académico a estudiantes que hoy no la tienen. Wert también defendió revisar "en profundidad" y acordar con las comunidades los indicadores y criterios de medida del rendimiento académico de las evaluaciones censales de alumnos de la enseñanza no universitaria y articularlas sobre cómo articularla con la muestral de PISA.

Preguntado sobre quién asumirá el coste de la reforma, Wert aseguró que corresponde a la administración central redactar la legislación básica. "Vamos a ser enormemente cuidadosos en establecer los calendarios de implantación que sean necesarios para evitar que el coste se convierta en obstáculo".

El anuncio del ministro de Educación, José Ignacio Wert, de que el departamento que dirige "revisará" las condiciones en que los alumnos obtienen el título de ESO no ha sido bien acogido por padres y profesores gallegos, quienes coinciden en que esa reforma supondrá un "retroceso" que, a la larga, podría favorecer el aumento de las tasas de abandono escolar.

"Para cambiar las condiciones en que los alumnos obtienen el título de ESO, el Gobierno tendría que reformar el artículo 28 de la Ley Orgánica de Educación (LOE), que otorga al claustro de profesores la potestad de decidir qué alumnos pueden promocionar de curso con materias suspensas y cuáles no, atendiendo a las particularidades de cada caso, lo cual nos parecería un claro retroceso", explica el presidente de la Confederación Gallega de APA de Centros Públicos (Confapa), Virgilio Gantes, quien lamenta que Wert haya hecho el anuncio sin abordar antes esa cuestión en el Consejo Escolar del estado.

El secretario de la Asociación de Directores de Institutos de Galicia, Manuel Rodríguez, recuerda, por su parte, que el objetivo de la ESO es que los alumnos "obtengan unas competencias básicas" y que el hecho de suspender una o dos materias "no implica que necesiten repetir". "La medida que plantea el Gobierno supone poner la zancadilla a estudiantes que, con un refuerzo, podrían pasar de curso sin problema", señala.