La nave Reconnaissance Orbiter (LRO) de la NASA ha hallado un cráter situado en el polo sur de la Luna que está compuesto por hielo en un 22%. Según los expertos, este hallazgo, para el que se ha utilizado luz láser, ayudará a comprender la formación del cráter, así como a estudiar otras zonas inexploradas del satélite.

En esta investigación, publicada en Nature, el altímetro de LRO examinó el suelo del cráter, llamado Shackleton, y comprobó que la superficie del cráter era más brillante que la de otros cercanos, lo cual determina la presencia de pequeñas cantidades de hielo.

El coautor del trabajo, Gregory Neuman, indica que "las mediciones de brillo han estado desconcertando a los investigadores desde hace dos veranos". En este sentido, explicó que en estas mediciones "la distribución del brillo no era exactamente lo que se había esperado" teniendo en cuenta las temperaturas frías existentes dentro de sus cráteres polares.

"La nave asignada usó un láser para iluminar el interior del cráter y medir su energía luminosa o reflectancia natural", indicó Neuman, quien apuntó que la luz láser mide a una profundidad comparable a la longitud de onda, o alrededor de una micra. En este examen al cráter, los científicos detectaron que la parte más profunda era relativamente brillante, pero sus paredes lo eran aún más.

El hallazgo fue al principio "desconcertante", según apuntó Neuman, quien señala que los científicos habían pensado que si hubiera hielo en cualquier lugar del cráter, sería en el suelo, donde no penetra la luz solar directa porque las paredes superiores del cráter en ocasiones se iluminan lo que provocaría que se evaporase el hielo que se acumula.

Una teoría ofrecida por el equipo para explicar la formación y composición de Shackleton es que una sacudida sísmica provocada por impactos de meteoritos o por las mareas gravitacionales de la Tierra, podrían haber causado las paredes del cráter cayendo sus escombros en la parte más profunda. Sin embargo, los expertos señalan que "puede haber múltiples explicaciones para el brillo".

Por otra parte, en este trabajo el equipo también usó el instrumento para trazar el relieve del terreno del cráter. Así, en esta investigación no solo se ha encontrado evidencias de hielo en la Luna, sino que también se comprobó la "buena conservación" del cráter lunar que, según indicó el investigador, "se ha mantenido relativamente a salvo desde su formación hace más de tres mil millones de años".

El interior del cráter está salpicado de varios cráteres pequeños, que pueden haberse formado como parte de la colisión que creó Shackleton. La importancia de este hallazgo está en que si el hombre decidiese habitar algún día la Luna, la mejor zona serían los polos, según indica el diario ABC, ya que debido a la pequeña inclinación del eje de rotación lunar provoca que tengan cráteres donde permanentemente da la luz solar y otros donde hay zonas siempre a oscuras y en la que se almacena agua.