"Yo me licencié, pero no fui premio Fin de Carrera. Igual no me dedicaría a esto si lo hubiese sido", confesó el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que ayer sacó pecho, orgulloso, por la hornada de jóvenes brillantes que se licenciaron el pasado año en Galicia. Tanto él como el titular de Educación, Jesús Vázquez, se encargaron de advertirles que está bien que ahora emprendan el vuelo a otros países pero al mismo tiempo les pidieron que "no olviden sus raíces". "La excelencia no está solo en los resultados, sino en compartir la sabiduría y ponerla al servicio de la tierra", les aconsejó el conselleiro.

Sin embargo, algunos de estos 60 jóvenes, que ayer fueron galardonados con los Premios Fin de Carrera, ya está a kilómetros de distancia. Es el caso de Martín Portas, licenciado en Ciencias Políticas por la Universidade de Santiago, que con un expediente que roza la perfección académica, un 9,94, se convirtió en el alumno más brillante licenciado el pasado curso en Galicia. Este prometedor joven está cursando un máster de investigación en Política Comparada en la Universidad de Oxford. "Es natural que salgamos más allá de nuestras fronteras, pero queremos que se nos facilite retornar para contribuir al desarrollo de Galicia", afirmó en su discurso en nombre de todos los premiados.

Feijóo no dudó en aplaudir lo que consideró una intervención "excelente" e incluso aconsejó a Martín que se dedique "a la política o a asesorar a los políticos".

Pero para este joven coruñés la política será solo una segunda opción. "Me quiero dedicar a la investigación y a la docencia", explicó. De hecho, tras terminar el máster en Oxford completará su formación en Florencia en el Instituto de Estudios Europeos durante otros cuatro años más. "La situación laboral está muy complicada y hay que seguir formándose. Hay gente muy preparada y competencia en todos los niveles", aseguró.

No es la primera vez que sale a formarse fuera y defiende que la universidad gallega en líneas generales "no es mala". "En Europa somos competitivos", explica Martín, que en todo caso cree que se debería mejorar la ratio de alumno por aula y el sistema de "meritocracia" por el cual se seleccionan a los profesores universitarios.

La nota más elevada de la Universidade da Coruña (UDC) fue Alberto Quintas, que se licenció en Derecho y Administración y Dirección de Empresas con un 9,42. Un impresionante expediente -también es el mejor de todas las facultades de Derecho de Galicia- que ha logrado a base de "esfuerzo y constancia". "Los estudios son una carrera de fondo y, como tal, requieren un trabajo diario", apunta Alberto, quien asegura, no obstante, que "también hay que saber cuándo desconectar". "El estar en la universidad no me ha quitado de tener vida social y fomentar mis aficiones. Me encanta hacer deporte y, durante este tiempo, también me he sacado la carrera de piano", subraya.

A pesar de que el presidente del Consello Social de la Universidade de Santiago, Manuel Puga, aconsejó a los jóvenes premiados que apostaran por la innovación y fueran emprendedores, tanto Martín como Alberto prefieren dedicarse a la docencia. "Estoy cursando un máster en Asesoramiento Jurídico de Empresas, también en la UDC, y luego tengo previsto hacer el doctorado, centrando mi tesis en el Derecho Tributario. Mi gran sueño es poder dar clase en esta universidad", señala Alberto. La crisis ensombrece sus expectativas laborales y, aunque su intención es "quedarse en España", este joven no descarta tener que emigrar al extranjero.

Si tuviese que hacerlo ya tiene dónde llevar el equipaje. La Xunta regaló a los 60 premiados una maleta, además de 2.500 euros.

Aunque solo sesenta se hicieron con este reconocimiento, se presentaron 168 solicitudes. "Las cualificaciones de los premiados están muy por encima de las exigidas en las bases lo cual es síntoma del alto nivel de este año", se congratuló Jesús Vázquez.