Más tranquilos, pero todavía insatisfechos y sobre todo, con muchas dudas por resolver. Las asociaciones de ayuda a inmigrantes de A Coruña se muestran cautas a la hora de analizar el anuncio de la Xunta de que los sin papeles que estén empadronados y acrediten no tener recursos podrán recibir asistencia gratuita pese a la norma del Ministerio de Sanidad que limita el acceso al médico a quienes tengan el permiso de residencia. Las asociaciones ven con buenos ojos que Galicia se desmarque del Gobierno central, pero califican la medida de "insuficiente" y un mero "parche temporal". Además, están a la espera de conocer la letra pequeña -el decreto todavía no se ha publicado en el Diario Oficial de Galicia pese a que debía entrar en vigor ayer- para ver qué requisitos deben cumplir los inmigrantes. "La situación no está nada clara. ¿A qué servicios van a tener acceso?, ¿tendrán gratis las medicinas?", se preguntan desde la ONG Ecos do Sur. "Estamos a la expectativa de cómo se desarrolla", añaden en Equus Zebra.

Para la mayoría, esta medida no es suficiente. "La solución pasa por entender que todos los ciudadanos tienen derecho a la atención sanitaria. No estamos de acuerdo, por ejemplo, en que solo reciban asistencia los que lleven 183 días empadronados", indica la coordinadora de Médicos del Mundo, Ana Mateo. "Atender a los empadronados es insuficiente, debería cubrirse a todo el mundo", añaden en Equus Zebra. "No se puede jugar con los pobres", añaden en Gaia. En esta línea, en Ecos do Sur recuerdan que los sin papeles "recurren menos a la sanidad pública que el resto de inmigrantes o los españoles" y califican de "demagogia" asegurar que porque no cotizan no pueden tener derecho a la sanidad. "No es la única vía para financiar el sistema sanitario. También se hace a través del IVA o de ciertos impuestos como el tabaco y ahí ellos también contribuyen", resaltan.

Los sin papeles de Galicia tienen seis meses desde la primera vez que acudan a consulta a partir de ahora para regularizar su situación. Todos aquellos que entren en el Programa Galego de Protección Social de Saúde Pública recibirán asistencia gratuita como hasta ahora. Por el momento, la Xunta solo ha informado de dos de los requisitos que tendrán que cumplir: llevar 183 días censados en Galicia y acreditar no tener recursos tanto en la comunidad gallega como en su país de origen. Pese a que la mayoría de sin papeles está empadronado -es lo primero que se les aconseja al llegar a una ONG-, las entidades ven posibles dificultades. "Muchos se empadronan en casa de un amigo porque no tienen vivienda propia y claro, a lo mejor ya hay un número excesivo de censados en la misma casa y les ponen problemas", indican en Ecos do Sur. "Nos tememos que los ayuntamientos endurezcan los requisitos para empadronarse", añaden desde Equus Zebra. Lo mismo ocurre con acreditar la falta de recursos en el país de nacimiento del inmigrante. "Va a ser muy complicado que puedan demostrarlo", indica Ana Mateo.

Pero si las asociaciones que ayudan a extranjeros tienen dudas, la confusión entre los inmigrantes es total. La demanda de información sobre cuestiones sanitarias de este colectivo se disparó en los últimos meses en las ONG coruñesas. "Llegaban muy perdidos, con papeles del médico que no entendían y preguntando por los derechos que perdían", informan en Equus Zebra. "La gente estaba muy preocupada, sobre todo por qué iba a pasar si les atendían y después les llegaba la factura a casa", indican en Ecos do Sur.

Ante un ir y venir de mensajes contradictorios y la incertidumbre de qué iba a ocurrir en Galicia cada uno intentó buscar soluciones. "Conozco inmigrantes con tarjeta que decían de compartirla con otros que no la tenían, pero eso es un peligro porque figuran una serie de enfermedades que tú no tienes", indica Djibril Ka, un senegalés que vive en A Coruña. "Vimos si era posible contratar un seguro privado de forma colectiva", sostienen en Ecos do Sur. La situación no es igual en toda España. Por ello, ayer cientos de personas protestaron en Madrid por el recorte de derechos a los inmigrantes. Médicos gallegos temen que las diferencias por autonomías provoquen un "turismo interno" entre las que atienden y las que no.

Afincado desde hace tres años en A Coruña, sin papeles y con problemas de riñón, el senegalés Djibril Ka, de 40 años, reconoce que no podría hacer frente al coste del tratamiento que toma desde hace un año si no se lo financiase la Seguridad Social. Tras meses de preocupación y visitas continuas al médico para saber qué iba a pasar a partir del 1 de septiembre, Djibril respira ya aliviado tras el anuncio de la Consellería de Sanidade.

"Tengo cálculos en el riñón. Hace un año me trataron con ondas para intentar romperlas, pero todavía quedan algunas y necesito tomar un tratamiento de larga duración", indica este senegalés que, sin trabajo, reconoce que desde la asociación Accem de A Coruña le ayudan a pagar parte del tratamiento actual. "Si retirasen la sanidad gratuita no podría pagar el tratamiento de larga duración", sostiene este inmigrante.

Djibril, empadronado y con tarje sanitaria similar a la de cualquier gallego, tiene cita con el urólogo el próximo 11 de septiembre. Ante el temor de quedarse sin cobertura sanitaria desde ayer, su médico de cabecera le adelantó unos análisis que debía realizar. El pasado jueves, día en el que la Xunta anunció que daría cobertura a los empadronados, Djibril acudió a su ambulatorio. Su médico todavía no tenía ninguna información sobre lo que iba a pasar. "Él también estaba muy preocupado y me recomendó que pasase lo que pasase fuese a la cita concertada el día 11 para ver qué me decían", reconoce este senegalés.

Más de tres años lleva viviendo en Galicia la venezolana Judith Rodríguez. Su objetivo es lograr un trabajo para obtener un permiso de residencia, pero lamenta que es "como un pez que se muerde la cola":"Cuando parece que consigo algo, no me hacen contrato precisamente porque no tengo papeles".

Hasta ahora, "afortunadamente", tras más de tres años en Galicia, pocas veces tuvo que usar su tarjeta sanitaria e ir al médico, donde, enfatiza, siempre la trataron muy bien. Su mayor temor es tener que pagar la asistencia. "Si ese fuera el caso y me pongo enferma, quedaría en manos de Dios", señala, porque, alega, carece "de trabajo fijo e ingresos y de ayudas".

Judith se queda más "tranquila" -las comillas las pone ella, ya que teme que, con el tiempo, las cosas vuelvan a torcerse y el "problema a repetirse"- al conocer los planes del Gobierno gallego para los inmigrantes como ella. No obstante, lamenta que no se busque una solución aplicable a todo el país.

Birame, un joven que llegó desde Senegal en 2006, necesitó más asistencia médica que Judith. Hace un año enfermó de tuberculosis cerebral, lo que lo incapacitó para trabajar y fue por esa incapacidad por lo que logró un permiso de residencia temporal y que le concediesen la Risga. Ahora que empieza a mejorar, teme perder tanto la prestación como el permiso de residencia. Pese al compromiso de la Administración gallega con los sin papeles, Birame sigue sintiéndose "inseguro".