-La federación nació en 1981. Ahora se habla de copago, gestión privada de los hospitales...

-Sí. Cuando la asociación nació en los años 80 la situación sanitaria estaba bastante mal. Pero todo el mundo estaba de acuerdo con poner en marcha un sistema sanitario público que superase al anterior, que era un modelo de beneficencia. Quien no tenía recursos accedía a un sistema de baja calidad y la Seguridad Social solo era para quienes trabajaban. No existía la Atención Primaria, solo había ambulatorios. A raíz de ese momento se inició una transformación positiva que hizo que el modelo sea envidiado en la mayoría de países. Se puso en marcha una cobertura universal, con un sistema de Atención Primaria desarrollado y un sistema hospitalario y de atención especializada extendido y bueno. Y todo a un coste moderado y con un gasto sanitario de los menores de Europa. Esto se refleja en los indicadores de salud, que son muy buenos a nivel mundial.

-¿El sistema corre peligro?

-Los responsables de los poderes públicos parece que están empeñados en desmantelarlo y deteriorar lo que es muy bueno. Se quiere deteriorar el sistema porque se busca su privatización y la segmentación del aseguramiento. Se quiere volver al sistema franquista y postfranquista de un sistema privado para las clases altas que funcione bien, un seguro para los trabajadores que funcione regular y de beneficencia para las clases bajas que funcione mal y sin prestaciones. Calculamos que con el copago, seis millones de personas van a tener muchos problemas para acceder a las prestaciones que necesitan. Es un retroceso enorme.

-¿Qué le parece que empresas privadas colaboren en la gestión de hospitales públicos?

-Ya hay experiencia en esto. Todo lo que se sabe hasta ahora es que la privatización encarece los costes y disminuye la calidad de la atención. Es un retroceso muy grave y va a dificultar el mantenimiento del sistema sanitario público. Además, hay una desinversión en gasto sanitario. Disminuyen los recursos para así hacerlo insostenible. Lo que están haciendo es favorecer la privatización del sistema. Aquí se ha derrochado a espuertas en cosas exóticas y de difícil mantenimiento. Se ha creado un agujero terrible que acabarán pagando los pensionistas.

-¿Qué propuestas tienen desde la asociación para revertir esta situación?

-Por ejemplo, reducir el gasto farmacéutico no penalizando a los ciudadanos que tratan de comprar un medicamento. Hay que racionalizar el uso de los medicamentos, financiando aquellos que son necesarios. También favorecer la prescripción por grupos terapéuticos. Si hay varios medicamentos con la misma eficiencia, darles a todos el precio del más barato. También realizar prescripciones por tratamiento y no por envase. Además, hay que favorecer la Atención Primaria porque es el mejor mecanismo para atender los problemas de salud, fomentar las unidades de crónicos y mejorar la utilización de tecnología.