El índice de mortalidad infantil se ha reducido un 41% entre 1990 y 2011, según informó ayer el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en un comunicado, aunque advirtió de que millones de menores de cinco años siguen muriendo cada año por causas "evitables".

Esta cifra demuestra que es posible disminuir "radicalmente" la mortalidad infantil y revela que las reducciones más importantes ocurrieron en menores de cinco años. Según el informe conjunto de Unicef y el Grupo Interinstitucional para las Estimaciones sobre Mortalidad Infantil de Naciones Unidas, en la década de los noventa el número de niños que morían ascendía a doce millones frente a los 6,9 de 2011. En la actualidad, mueren cada día 14.000 niños menos que hace dos décadas.

El director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake, remarcó que pese al descenso mundial de la mortalidad en menores de cinco años, "también hay asuntos pendientes". "Millones de niños menores de cinco años siguen muriendo cada año por causas en gran medida prevenibles para las cuales existen intervenciones probadas y asequibles", agregó.