-2012 es el Año Europeo del Envejecimiento Activo. Pero ¿de qué se trata exactamente?

-Se trata de cumplir más años con éxito y esto significa mantener una actividad física, cognitiva e incluso participativa para que el mayor no se quede solo y aislado. Y este envejecimiento activo hay que iniciarlo desde que nacemos.

-¿La soledad es el principal problema de los mayores?

-Es uno de ellos. Está claro que a medida que envejecer es una etapa de pérdidas también y cuando no se sustituyen por generaciones más jóvenes: hijos, nietos... hay una tendencia a quedarse solo. Hay personas que viven solas y que pueden aceptarlo, pero para otras supone una involución y caen en depresión.

-Sobre este problema también se incide mucho...

-Siempre ha habido depresiones en las personas mayores, aunque, por lo general, estas gozan de buena salud. Los mayores tienen las pensiones bajas, pérdida de amigos al dejar el trabajo, la desubicación, se les manda a residencias o a vivir por temporadas con un hijo y otro... Todo esto genera un impacto negativo. Los mayores quieren ser autónomos e independientes, pero a medida que envejecen van viendo mermadas sus facultades, y esto puede hacer que pierdan autonomía y tengan que depender de terceros. Quieren quedarse en casa, pero no son capaces de vivir por sí mismos y son otros los que deciden por ellos. Lo ideal sería buscar los recursos y los apoyos para que envejezcan en sus domicilios, porque es el mejor sitio, y así lo opinamos los expertos y los mayores. Pero cuando esto no es posible por factores socioeconómicos, hay que tomar decisiones y la menos mala es estar con los hijos de casa en casa, aunque esto les convierte en ancianos trashumantes.

-¿Son los grandes olvidados?

-Por los estereotipos sobre la vejez, que los separan de la realidad social cuando por su número -en España hay siete millones de mayores- deberían de tener mucho más peso.

-Y dicen ustedes que los más vulnerables también.

-Sí. Primero porque sus pensiones no dan para más y porque, aunque no debiera de ser así, la crisis está tocando el sistema social y sanitario, de los que son los grandes beneficiarios.

-La ONU advierte de que el envejecimiento plantea serios cambios en las políticas sociales, sanitarias y económicas.

-Sí, pero políticamente el sistema es el parcheo y no se hacen previsiones de futuro. Nosotros hace tiempo que hablamos de que las cifran han superado las previsiones, pero poco se ha hecho. Hay que retomar este gran porcentaje de mayores e intentar prevenir en un futuro lo que puede ser una avalancha, positiva porque envejecer es un indicador de bienestar, pero que va a generar necesidades y dolencias específicas y que no se pueden tratar por el parcheo.

-Con una esperanza de vida cada vez mayor, ¿habría que rediseñar el sistema de jubilación?

-El concepto de jubilación parecer ser global, es decir, que una persona que ya no trabaja no sirve para nada. Hay que buscar otro sistema para potenciar a estas personas. Tendríamos que copiar la jubilación de los incas, que a medida que una persona perdía sus facultades, se le retiraba de sus actividades pero se les daba otras en la medida que fuera capaz de realizarlas. Hay personas con la mente perfecta que podría seguir desarrollando su trabajo, y si es un trabajo físico, reconvertirlo. Pero en la jubilación predominan los criterios económicos sobre los de la propia vida. La esperanza de vida en Galicia es de 78 años, pero muchos superan en veinte años esta media, por lo que la jubilación supone un cuarto de nuestra vida, una etapa lo suficientemente duradera para hacer cosas.

-¿Qué habría que afrontar con mayor urgencia?

-Sería interesante tener recursos suficientes para que los mayores puedan continuar teniendo calidad de vida, todos la misma, porque hay muchas diferencias entre el anciano del rural y el de la ciudad.

-¿Cuáles son las principales necesidades del mayor que hay que cubrir?

-Desde mi especialidad, que es la medicina, me preocupan lo que llamamos ancianos frágiles o pacientes geriátricos, y dentro de estos los que tienen enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer y el párkinson. En Galicia hay más de 600.000 mayores con demencia y muy pocos centros especializados en estas patologías. Los profesionales de la sanidad también deben de conocer las características del envejecimiento porque conociéndolas vamos a poder actuar con mucha más eficacia.