Un estudio coruñés sobre las posibilidades de uso del hormigón reciclado, fabricado con áridos procedentes de demoliciones, en edificación y obra civil, ha sido galardonado con el Premio de Promoción de Jóvenes Investigadores que concede la Real Academia Galega de Ciencias. El trabajo, llevado a cabo por Sindy Seara, Ismael Vieito y Manuel Paredes, del Grupo de Construcción Gcons de la Universidade da Coruña (UDC), busca contribuir al desarrollo de materiales de construcción más respetuosos con el medio ambiente y "mejorar la normativa" sobre el empleo del hormigón.

"El trabajo premiado por la Real Academia Galega de Ciencias se centra en investigar la adherencia entre las barras de acero y el hormigón reciclado", explica Sindy Seara, quien destaca que ese aspecto es "fundamental" para garantizar la seguridad estructural de las construcciones. "Resulta imprescindible para avanzar en las posibilidades de uso de ese material reciclado", subraya la coordinadora de ese estudio, que constituye la última fase de un proyecto que lleva años en marcha y en el que, actualmente, están implicados alrededor de una decena de investigadores del Gcons.

Desde su incorporación al proyecto, en 2009, Seara, Vieito y Paredes realizaron toda una serie de ensayos a partir de hormigones con diferentes proporciones de agua y cemento, y distintos porcentajes de sustitución de árido natural por reciclado -20, 50 y 100%-, y compararon los resultados con los obtenidos con hormigón convencional (solo con árido natural). Así constataron que la presencia de árido reciclado reduce la capacidad adherente entre el acero y el hormigón. Sin embargo, los investigadores lograron una "formulación específica" que, aplicada a los hormigones reciclados, "permite conseguir los mismos niveles de seguridad estructural" que en el caso de los convencionales.

El premio de la Real Academia Galega de Ciencias ha cogido "por sorpresa" a los tres investigadores coruñeses, quienes se muestran "muy satisfechos" de recibir el galardón. "Decidimos presentar nuestro estudio cuando salió la convocatoria, en el mes de julio, pero lo cierto es que ya habíamos perdido la esperanza de resultar ganadores", reconoce Sindy Seara, y añade: "Este premio es una reconocimiento a la labor llevada a cabo por todos nuestros compañeros del Gcons".

Manuel Paredes, por su parte, explica que el Grupo Gcons de la UDC "está muy enfocado hacia la I+D+i (innovación y desarrollo)". "Colaboramos con empresas en ensayos destinados a probar las características de los materiales", señala. Entre los proyectos que actualmente desarrollan estos investigadores, destaca un estudio centrado en el refuerzo de depósitos de agua con fibra de vidrio y otro sobre la adherencia del hormigón con ese material.

Las aguas residuales son toda una mina de información para conocer los hábitos de consumo de las personas que viven en una determinada zona. Así lo estudia desde hace doce años el equipo del Instituto de Investigacións e Análises Alimentarias de la Universidade de Santiago de Compostela, que ha recibido el Premio de Investigación de la Real Academia Galega de Ciencias por un método de estimación de consumo de drogas ilegales a partir del análisis de muestras de una depuradora.

Los investigadores -premiados con 6.000 euros- concluyen tras el análisis de las aguas residuales gallegas que el cannabis, seguido de la cocaína y el éxtasis, son las drogas ilegales más consumidas. El método se centra en las sustancias generadas por el organismo al procesar estas drogas. En concreto, se detectaron entre 40 y 240 dosis al día por 1.000 habitantes de cannabis; seguida de la cocaína, entre 2,3 y 9,1 dosis, y el éxtasis, con 0,02 a 0,16 dosis. "Hemos constatado, además, que el consumo de la cocaína aumenta el fin de semana y que el del cannabis, en cambio, es mucho más estable", explica el investigador Isaac Rodríguez. José Benito Quintana coordina este grupo, compuesto además de por Rodríguez, por Iria González y Rafael Cela.