"El ser humano es sexuado desde que nace hasta que muere", destacan los expertos. Sin embargo, basta con asociar sexualidad con discapacidad para que afloren incontables mitos y prejuicios, que muchas veces excluyen a las personas con alguna limitación física o intelectual de un mundo del que también son parte.

"Todos tenemos derecho a ejercer plenamente nuestras capacidades sexuales", subraya el vicepresidente de la asociación Sexualidad y Discapacidad, Carlos de la Cruz, quien lamenta que en pleno siglo XXI, todavía persista en la sociedad un "modelo dominante" que promulga la idea de que el sexo está reservado "para gente joven, atractiva y que practica relaciones coitales". "Las personas con discapacidad a veces están lejos de ese modelo, al igual que otros colectivos, como por ejemplo los mayores o las personas con obesidad, de ahí que se invisibilice su sexualidad", señala De la Cruz.

El vicepresidente de la asociación Sexualidad y Discapacidad considera que uno de los grandes errores que se cometen cuando se aborda el tema de la sexualidad de las personas con discapacidad es "confundir sexualidad con genitalidad o con relaciones sexuales, y reducir estas a las relaciones coitales". "Todos los hombres y mujeres, independientemente de su condición y de que tengan o no una discapacidad, son sexuados por naturaleza, esto es algo que no se puede discutir. Las relaciones sexuales son, sin embargo, un opción", indica De la Cruz, quien asegura que como muchas personas con discapacidad no van a tener relaciones de pareja, "se tiende a pensar que son personas asexuadas". "Para nada es así. Ellos también pueden tener una erótica viva y placentera", remarca.

De la Cruz destaca que otro de los errores más comunes al abordar la sexualidad de las personas con discapacidad es hacerlo "como si todas las discapacidades fueran iguales". "Las personas con una discapacidad física van a tener que hacer frente a unas problemáticas distintas que las que tienen, por ejemplo, una discapacidad intelectual", aclara. Sobre estas últimas, el presidente de la asociación Sexualidad y Discapacidad señala: "Muchas veces se les ve como eternos niños, lo que contribuye a perpetuar el falso mito de su asexualidad...". De la Cruz considera que la sobreprotección de las familias es uno de los aspectos que puede influir en que se tenga esa percepción. "Todos los seres humanos somos primero niños, después adultos y, finalmente, mayores. Pero a algunos padres les cuesta darse cuenta de que cuando un cuerpo es adulto, la persona también lo es", remarca.

Coincide plenamente con él Hadriana Ordóñez, psicóloga y sexóloga de la Asociación de Mulleres con Discapacidade de Galicia (Acadar). "Es habitual que se tenga una idea infantilizada de las personas con discapacidad intelectual, que se les vea como si fueran adolescentes toda su vida...", subraya Ordóñez, quien insiste en que "todos los seres humanos somos sexuados", con independencia de nuestra condición. "El problema es la idea estereotipada de la sexualidad que todavía existe en nuestra sociedad. Todos necesitamos más formación en esa materia, no solo las personas con discapacidad", destaca la psicóloga de Acadar.

Carlos de la Cruz, por su parte, rechaza también la falsa creencia generalizada de que "cuando la sexualidad de las personas con discapacidad intelectual se despierta", estas "se desbocan". "Muchos padres piensan: 'No sea que por hablar, la liemos'... pero lo cierto es que hay más 'líos' por no hablar del tema, que por el hecho de abordarlo... el silencio no es una vacuna, no protege...", destaca el vicepresidente de Sexualidad y Discapacidad, quien asegura que la sexualidad es un tema que "interesa, y mucho", a las personas con discapacidad y a su entorno. "Mi experiencia como técnico del área de salud del Ayuntamiento de Leganés me dice que hay muchas familias deseando trabajar y formarse en este ámbito... en el entorno de las personas con discapacidad, la sexualidad no es un tema tabú, lo es para el resto", señala.

Hadriana Ordóñez discrepa, en parte, sobre esta última cuestión. "En otras comunidades autónomas puede ser así, pero en Galicia la sexualidad de las personas con discapacidad no está en la mente ni de los de dentro de su entorno, ni de los de fuera, porque esta temática no se trabajó desde siempre, ya que había otros objetivos, como lograr la integración social y laboral o reducir el estigma", apunta la psicóloga y sexóloga de Acadar, asociación que desde 2009 organiza talleres sobre sexualidad y afectividad para este colectivo. "Hay demanda, la gente tiene curiosidad, quiere aprender... aunque el éxito de este tipo de iniciativas depende del medio en el que se planteen y del tipo de discapacidad", apunta, y aclara: "Es más difícil trabajar en el medio rural que en las ciudades. Además, cuanto mayor es la discapacidad, también surgen más miedos".

La Asociación de Mulleres con Discapacidade de Galicia (Acadar), en el marco del programa de Promoción de la Salud de la Confederación Galega de Persoas con Discapacidade, organiza desde hace tres años -en colaboración con organismos públicos, como la Diputación de A Coruña o el Concello de Santiago- talleres sobre afectividad y autoconocimiento dirigidos a hombres y mujeres con discapacidad.

"Estos talleres pretenden ser un espacio abierto a la participación, al debate, al conocimiento y a la igualdad de oportunidades", destaca la psicóloga y sexóloga de Acadar Hadriana Ordóñez, quien aclara que estas actividades no se plantean "con el tradicional enfoque biológico al que la gente está acostumbrada". "Lo que nosotros hacemos es usar una metodología didáctica, para hacer más atractivos los talleres. Llevamos materiales audiovisuales, como películas, anuncios de televisión, fotografías... que pueden dar pie a generar debate y favorecer que los participantes expongan sus miedos y sus dudas", señala.

Aunque "no se puede generalizar" porque "cada uno tiene sus propias problemáticas", Ordóñez reconoce que en caso de las personas con discapacidad física, estas suelen estar más relacionadas con "dificultades de acceso" a servicios sanitarios o pruebas médicas mientras que en la discapacidad intelectual hay que luchar contra los mitos que todavía rodean a la sexualidad de este colectivo. La asociación Sexualidad y Discapacidad también realiza, desde hace años, acciones formativas de ese tipo, enfocadas a lograr "tres objetivos fundamentales". "Que los participantes aprendan a conocerse y a aceptarse para que las expresiones eróticas sean fuente de satisfacción y no de problemas", subraya el vicepresidente de la entidad, Carlos de la Cruz.