El primer colapso del año en el Servicio de Urgencias del Hospital Xeral de Vigo culminó el martes de la peor manera posible. Una mujer de 81 años falleció a la espera de ser atendida. D. A. M. llegó al centro sanitario a las 19.30 horas con una fatiga generalizada y problemas para respirar, según explica su familia. Tres horas después, en una sala de espera atestada de pacientes, perecía en su silla de ruedas y con la única asistencia de su sobrina. El Sergas ha confirmado la muerte y ha abierto una investigación interna sobre los hechos.

A esta viguesa le implantaron hace seis años un desfibrilador autoimplantable (DAI), padecía diabetes y le habían diagnosticado un enfisema pulmonar. Las monjas de la Residencia Hermanas Angélicas, donde vivía desde hace un año, alertaron el martes a la familia del mal estado de D.A.M., que presentaba una tensión arterial más baja de lo normal y carecía de fuerzas para ingerir la comida vitaminada que le preparaban. Tras consultar a su médico de cabecera, los familiares acudieron con la octogenaria al servicio de Urgencias del Xeral, en el que entraron alrededor de las 19.30 horas. Pasaron por el primer filtro médico, donde le colocaron un pulsioxímetro a D.A.M. -una especie de pinza que sirve para medir la saturación de oxígeno y marcar la frecuencia cardíaca-, le comunicaron que le harían más pruebas y, mientras tanto, le dirigieron a la sala de espera. Fuentes sanitarias explican que la mujer presentaba una astenia -fatiga generalizada- y aseguran que los parámetros que mostró en esta vista preliminar indicaban que "no revestía gravedad". Tres horas después, falleció sin que llegaran a examinar su estado en un box debido a la saturación que sufría Urgencias.

La situación de congestión de este servicio comenzó el lunes y, aunque mejoró con respecto al martes, todavía no se había resuelto ayer. El área sanitaria superó la semana pasada el pico anual de gripe -con un mes de demora con respecto a 2012- y sus consecuencias se están percibiendo estos días. Es precisamente el colectivo de los mayores el más afectado, y recurren a emergencias con cardiopatías y broncopatías.

A la espera de que se esclarezca la actuación y obtengan información sobre ella, los representantes laborales no establecen una relación de causalidad entre la saturación del servicio y la muerte de la paciente, pero sí destacan que "hay más posibilidades de que esto suceda". Destacan la insuficiencia de los recursos asistenciales en Urgencias para cubrir los picos que se producen año tras año. "Es evidente que cuando hay un colapso en Urgencias y no se pone remedio, hay más riesgo de que pasen estas cosas", argumenta Araceli Loureiro, de CCOO y añade: "Los recortes sí influyen". El Sergas niega que se haya producido "ningún recorte o disminución de sus recursos ni de sus prestaciones asistenciales" y considera que cualquier intento de vincular el suceso con los recursos del Complexo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) es "falso, demagógico y oportunista.

Las reacciones ante este suceso no se han hecho esperar. La asociación nacional El Defensor del Paciente ha solicitado de manera formal al fiscal superior de Galicia, Carlos Varela, que actúe de oficio en este caso, al que denomina como "presunta denegación de asistencia". Considera "imperdonable" que una paciente fallezca en Urgencias "sin la atención que necesita como ser humano y como enfermo" y reclama la apertura de diligencias para "depurar responsabilidades de quienes hubieran propiciado esta situación".

Los partidos de la oposición en el Parlamento gallego -PSdeG, BNG y AGE- también han exigido al Sergas que investigue lo ocurrido y ofrezca explicaciones.

A la plataforma SOS Sanidade Pública no le "extraña" que se haya producido esta situación. "Lo raro es que no haya más casos como este", declaró su portavoz, Manuel Martín, a la agencia Efe. Resaltó que el área sanitaria de Vigo padece un "déficit de camas y servicios" que, "ante el menor repunte de gripe o de otra enfermedad" desemboca en "colapso".