-¿Qué es exactamente el glaucoma?

-El glaucoma son un grupo de enfermedades que provocan que los pacientes que las sufren pierdan poco a poco fibras del nervio óptico y tengan cada vez menos campo de visión. Su origen se desconoce, pero uno de los principales factores desencadenantes es el aumento de la presión intraocular, aunque no es el único. De ahí que sea tan importante hacerse revisiones periódicas para valorar el fondo del ojo y hacer un campo visual.

-Dice que el glaucoma son un grupo de enfermedades, ¿hay, entonces, varios tipos?

-Sí. El más habitual es el glaucoma crónico de ángulo abierto, cuya evolución es lenta y que no da síntomas hasta estadios avanzados. Pero también hay otros tipos de glaucoma, como el de ángulo cerrado o agudo, que se presenta de forma abrupta y cursa con síntomas como dolor ocular, ojo rojo, cefaleas, náuseas o vómitos, y que debe ser tratado como una emergencia; el congénito, que es muy raro y también muy severo, y que se suele diagnosticar en el primer año de vida; el secundario, el pseudoexfoliativo, el pigmentario, el de origen traumático...

-¿Qué incidencia tiene el glaucoma en Galicia?

-Es una de las principales causas de ceguera -junto con la retinopatía diabética y la degeneración macular asociada a la edad- no solo en Galicia, sino en todo el mundo occidental. Afecta, aproximadamente, a entre el 1,5 y el 2% de la población, aunque a partir de los 70 años, ese porcentaje se eleva hasta el 5%. En España se calcula que puede haber alrededor de un millón de afectados, aunque la mitad no lo sabe.

-¿El paciente con glaucoma no es consciente de que está perdiendo la visión?

-No. A los pacientes con glaucoma, más que visualizar manchas negras, lo que les pasa es que ignoran zonas del campo de visión. Esto hace que tengan un mayor riesgo de sufrir caídas e, incluso, accidentes de circulación.

-Una vez diagnosticado el glaucoma, ¿los daños son reversibles?

-No, la pérdida de visión que experimentan los pacientes hasta el inicio del tratamiento es irreversible. El tratamiento sirve para estabilizar la enfermedad, es decir, para frenar ese daño y que no se siga produciendo.

-El diagnóstico precoz es, por tanto, fundamental...

-Sí, al igual que el tratamiento correcto.

-¿Cuál es la mejor terapia para frenar el avance de la enfermedad?

-Ante todo, me gustaría destacar que es importantísimo que los pacientes cumplan el tratamiento. A partir de esta base, conviene aclarar que el abordaje del glaucoma es escalonado. Muchos casos se controlan administrando unas gotas un par de veces al día, que son bastante eficaces, aunque sus resultados no se perciben a corto plazo. Cuando este tratamiento no es suficiente, se recurre a la cirugía convencional o con láser -trabeculoplastia para tratar el glaucoma de ángulo abierto y la iridotomía YAG para el de ángulo cerrado-. La cirugía convencional más usada en el glaucoma es la trabeculectomía.