La Asociación Internacional de Policía aboga por una legislación estatal antibotellón que delimite las normas y la forma de actuar de la policía ante los problemas sociales y de salud pública que causa esta costumbre cada vez más extendida entre los jóvenes españoles. Sostienen que una legislación nacional permitiría abordar el botellón de una forma unánime en todo el país.