El presentador, locutor y actor de doblaje Constantino Romero, fallecido en la madrugada del sábado en Barcelona, a los 65 años. Las causas no han sido reveladas aunque algunos medios apuntan a una enfermedad neurológica. Romero, que se despidió hace unos meses al anunciar su jubilación tras 47 años de carrera profesional con la conocida frase That's all folks (es todo amigos), será enterrado hoy en el cementerio de Montjuic.

Reconocido actor de doblaje, Romero -nacido en Albacete en 1947 aunque barcelonés de adopción, donde se fue a vivir a los 9 años-comenzó a trabajar en 1965 en Radio Barcelona, y después lo hizo en Radio Nacional de España y Televisión Española, hasta que el pasado 12 de diciembre anunció su jubilación. Durante sus casi 50 años de carrera cedió su inconfundible voz, sólida y distinguida, de tono cálido y masculina, a los grandes actores americanos como Roger Moore, Donald Sutherland en Noveccento; a Humphrey Bogart, en La legión negra, al personaje Kunta Kinte de la serie Raices y a Michael Caine, entre otros. El presentador de programas como El tiempo es oro o La parodia nacional había doblado también a Darth Vader, en la Guerra de las Galaxia a Clint Eastwood -el propio actor se quedó impresionado cuando se oyó doblado por el actor español- o a Mufasa en El Rey León.

Pero Constantino Romero no solo vivió del doblaje. Estudió teatro y radio, medio en el que consiguió su primer trabajo. Fue en la ya desaparecida Radio Juventud, de donde pasó a Radio Barcelona de la cadena SER, donde estuvo una década. Finalmente pasó a Radio Nacional de España, que junto a TVE, fueron sus segundas casas.

Apasionado por el teatro, debutó en 1983 en la obra Opera de tres peniques, una versión en catalán de Bertold Brecht, a la que siguió una obra representada en el Centro Dramático Nacional titulada No hay burlas con Calderón, basado en textos del autor barroco, Calderón de la Barca, dirigido por Ángel Facio.

Participó en varios musicales y en 1985 debutó en Televisión Española presentando el programa Ya sé que tienes novio, al que siguió otro, El tiempo es oro, por el que obtuvo el premio al Mejor Programa de Televisión en 1990 de la Asociación de Informadores de Radio y Televisión. Su última aparición en televisión fue una colaboración en el concurso Mucho que perder, poco que ganar, estrenado en septiembre de 2011. Además, Romero será recordado por poner voz a las ceremonias de apertura y clausura de las Olimpiadas de Barcelona.

Compañeros de profesión recordaron ayer a Romero como una persona "generosa y próxima". En Twitter, Calos Latre calificaba de "inimitable" su voz y varios locutores hablaban de que el medio se encuentra de luto por la muerte de "el mejor". Jordi González le definió como "una buena persona", Santiago Segura como "un tipo agradable y majo" y José María Íñigo valoró "su personalidad y voz".