Alrededor de mil personas participaron ayer en Santiago en una manifestación que denunció la intención del Gobierno de reformar la legislación sobre el aborto por considerar que eso constituye "un paso atrás" en la conquista de los derechos de la mujer. Los manifestantes sostienen que "no hay voluntad social de cambiar la ley actual" y acusan al PP de "dejarse llevar por el lobby de la Iglesia". Por ello, finalizaron el acto reivindicativo rodeando con las manos unidas la catedral compostelana para simbolizar su rechazo a una modificación de la norma en vigor que "responde a intereses de sectores reaccionarios y de la Iglesia católica".

La movilización fue convocada por la Plataforma polo Dereito ao Aborto, que integra 60 asociaciones, sindicatos y grupos políticos contrarios a la reforma de la actual legislación al considerar que "es un paso atrás en los derechos sexuales y reproductivos" de las mujeres. Pilar Estévez, una de las portavoces de esta plataforma, señaló que la legislación actual "puede ser mejorable", pero "al menos recoge unos principios feministas de libertad de elección de la mujer".