Desde el inicio de la crisis las arcas públicas se han visto afectadas por un desplome continuo de ingresos. Las subidas de impuestos para paliarlo incluso han lastrado el consumo, generando un efecto perverso. Por ello, cualquier nuevo ingreso extra ha sido recibido como una lluvia revitalizadora. Ese efecto era el esperado en Galicia cuando la Xunta y el resto de gobiernos autonómicos negociaron con el Ejecutivo central la cesión de sus competencias en juego para que este regulase las apuestas online y les cediese a estos su parte del, en principio, suculento pastel. Pero el efecto de estos ingresos no será el esperado, al menos en Galicia, que prevé ingresar este año 2,4 millones de euros por este concepto, veintidós veces menos de los previsto, según las previsiones de la Consellería de Facenda.

En noviembre de 2010 comenzaron las negociaciones entre Moncloa y las comunidades para regular los juegos de apuestas a través de internet (póker, casinos, blackjack, etc.), que hasta entonces operaban desde paraísos fiscales sin tributar por las cantidades jugadas en territorio estatal.

Aquel año, la Xunta reconoció que aspiraba a alcanzar, al menos, la misma recaudación que el juego presencial, que entonces rondaba los 70 millones anuales, si bien desde entonces esta se ha desplomado hasta los 53 de 2012. Teniendo en cuenta esta última cifra, los ingresos procedentes de esta modalidad de juego serán veintidós veces menor de lo que preveía en un principio el Ejecutivo gallego.

Galicia solo se llevará una parte de la tarta, pues el Gobierno central también se quedará con una parte de recaudación. Durante el primer trimestre de este año, la administración central ingresó 27,7 millones de euros de todas las comunidades gracias al juego online, según la Intervención General de la Administración del Estado, y distribuyó entre las comunidades 11,6. De mantenerse esa tendencia, el Gobierno ingresaría algo más de 110 millones y las comunidades se repartirían más de 46. De esos, Galicia prevé lograr solo 2,4. A estas cifras se unirán otros dos millones que la Xunta prevé ingresar gracias los impuestos aplicados a las apuestas deportivas, que reguló el año pasado por primera vez.

Las dificultades legales para regular el sector del juego online fueron dilatando la aprobación definitiva de la normativa y, por tanto, la entrada en las arcas públicas de estos recursos extra, que en el caso de Galicia llegarán con dos años de retraso respecto a los planes iniciales, pues hasta mediados del año pasado no entró en vigor el nuevo marco legal. En 2010, la Xunta preveía comenzar a recibir ingresos a finales de 2011.

El juego online está suponiendo un revulsivo frente al sector tradicional -loterías, casinos, tragaperras?-, que continúa su desplome. El primero ha movido en apuestas el primer trimestre de este año 1.368 millones de euros en toda España, por 2.727 entre junio y diciembre del año pasado, mientras que en el segundo se apostaron 25.988 millones, la cifra más baja desde el año 2002, según los últimos datos publicados por la dirección general de ordenación del juego, dependiente del Ministerio de Hacienda.