-¿Hay pacientes más predispuestos a sufrir electrosensibilidad?

-Sí, las mujeres y los niños son más sensibles a sufrir reacción ante la exposición continuada a campos electromagnéticos. También hay enfermedades que potencian la electrosensibilidad como la fibromialgia o ciertas enfermedades inflamatorias crónicas.

-Asegura que es un trastorno que va en aumento.

-Afecta a una de cada mil personas y cada vez se ven más casos. Es normal, hace 25 años la exposición a las ondas electromagnéticas era muy baja, pero ahora se ha incrementado con los móviles, el wifi, los teléfonos inalámbricos...

-Una vez diagnosticado, ¿cómo se soluciona este problema?

-Lo más importante es hacer un buen diagnóstico y saber qué es exactamente lo que origina el problema. Lo primero es evitar la exposición pero si, por ejemplo, el origen es una antena de telefonía móvil cercana al domicilio, una opción es apantallar las habitaciones para evitar que lleguen las ondas.

-Hay quienes niegan que exista la electrosensibilidad...

-No está reconocida como enfermedad porque en medicina se precisa tiempo para obtener evidencias científicas. Sí hay estudios que demuestran que la exposición a altas dosis tienen efectos dañinos, pero a dosis mínimas continuadas también afecta a algunas personas.

-El wifi cada vez está más extendido, ¿se han hecho estudios de sus posibles efectos a largo plazo?

-No, no hay un estudio que indique si es seguro exponerse a él de forma continuada. En cierto modo se ha hecho una especie de experimento humano, se da por supuesto que es inocuo. No hay estudios a largo plazo y habría que ser prudentes porque fumar tres meses no tiene efectos, pero sí hacerlo durante años.

-A nivel científico no hay consenso.

-No, los estudios que hay sobre el móvil, por ejemplo, apuntan en las dos direcciones: peligroso o que no tiene riesgos.

-¿Qué medidas se pueden tomar para evitar estar más expuestos de lo necesario a estas ondas?

-Apagar el wifi por la noche, cuando no se utilice e intentar siempre que se pueda optar por la conexión de internet por cable, en los colegios especialmente, aunque sea más caro.