La Freedom Tower de Nueva York es el rascacielos más alto del continente americano con sus 542 metros, por delante de la Torre Willis de Chicago, según decidió este martes el Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano (CTBUH).

El edificio neoyorquino, cuyo nombre oficial es One World Trade Center, se alza así como el más alto de América tras incluir la aguja instalada este año, y que le hace pasar de 417 metros a 542, superando de esta manera los 442 metros del rascacielos de Chicago.

El CTBUH informó también que la Torre de la Libertad es el tercer edificio más alto del mundo, sólo por detrás de la torre Burj Khalifa (Dubai), con 828 metros, y las Torres Abraj al Bait de la Meca (Arabia Saudí), con 601 metros.

"Aunque a la aguja se le quitó el revestimiento, aún puede verse que es un elemento arquitectónico", dijo el director ejecutivo de CTBUH, Anthony Wood, quien añadió que la aguja de la Torre de la Libertad "no es sólo un mástil de acero del que colgar antenas parabólicas".

Las normas actuales del CTBUH indican que las antenas no se tienen en cuenta a la hora de contar la altura total, pero sí las agujas, ya que éstas se consideran elementos arquitectónicos.

La decisión del consejo, sin embargo, matiza que el One World Trade Center sólo podrá adjudicarse definitivamente el título de edificio más alto de América cuando esté "completamente terminado y ocupado", algo previsto para principios del año próximo.

El CTBUH, una organización con base en Chicago, ha dado a conocer la decisión que pone fin a 40 años de supremacía de la Torre Willis en el continente en sendas ruedas de prensa en Chicago y Nueva York.

La torre de Chicago, de 130 pisos en el último de los cuales hay un observatorio con bar y restaurante muy visitado, era conocida anteriormente por el nombre de Torre Sears, y llegó a ser el edificio más alto del mundo, un título que perdió hace tiempo en favor de varios edificios asiáticos.

Nueva York mantuvo durante mucho tiempo el título de la ciudad con el mayor rascacielos del mundo gracias al mítico Empire State, pero en 1974 llegó Chicago con la Torre Sears para arrebatarle ese honor.