Lucas pasó 20 años enganchado a las drogas y, tras rehabilitarse, trabaja como psicólogo clínico. José es un arquitecto compostelano de familia acomodada que logró superar su adicción al alcohol y que ahora realiza tareas administrativas en la asociación coruñesa Renacer. Ousmane es un senegalés que llegó a España en cayuco y que compagina su trabajo como marinero con ayudar a gente con problemas. Perán es el nombre ficticio de una coruñesa que tras llevar un ritmo de vida elevado, se quedó en la calle cuando su marido falleció. Ahora ha reflexionado sobre sus errores y colabora con Renacer. Estos son solo cuatro de los 25 testimonios -todos ellos de usuarios de la asociación Renacer- que conforman el libro Creemos en la esperanza, de Alfonso García López, con el que se intenta transmitir el mensaje de que hay luz al final del túnel a la vez que sirve de llamada de atención a la sociedad para que no cierre los ojos ante el sufrimiento y los problemas de muchas personas.

El autor perseguía un doble objetivo con este libro. "Por una parte pellizcar las conciencias, sensibilizar a la gente de que el dolor y el sufrimiento no siempre están en otro continente. Está bien esta ayuda, pero hay que saber que muchas veces el dolor está en la puerta de al lado", indicaba ayer García López durante la presentación del libro en el Sporting Club Casino de A Coruña, quien añadía: "Otro objetivo de la obra es sembrar la esperanza en quienes están a punto de tirar la toalla".

Para este escritor, que hace años colabora con Renacer, la clave está en ayudar a enderezar su vida a a las personas antes de que se conviertan en "seres pasivos". "Llega un momento en que son descreídos sociales y ahí ya no quieren ningún tipo de ayuda", indicó, y señaló: "Hay que actuar antes". García quiso poner un ejemplo práctico y explicó cómo una noche acompañó a los voluntarios de Cruz Roja que atienden a las personas que duermen en la calle. "A todos se les ofreció ir a un centro a pasar la noche y ninguno quiso. Son descreídos sociales", señaló.

Llegar a tiempo para que una persona con problemas no toque fondo y descubra que siempre hay una segunda oportunidad. Esta es la misión de Renacer, fundada en los años 80 por el doctor José Fernández Pernas. "Tenemos dos premisas: poner en práctica los valores que manan del evangelio, que se resumen en amar, y estar atentos a las necesidades que tienen los que nos rodean", señaló este facultativo, para quien la solidaridad es algo que "debería estar en todos los corazones". "Es ponerse en lugar de los otros y hacer lo que quisiéramos que hicieran por nosotros", indicó.

Despertar la solidaridad es uno de los retos de esta obra. "Hoy en día ser solidario es como algo ajeno, la sociedad actual es tremendamente insolidaria", señalaba el arquitecto coruñés Joaquín Torres que también colaboró con Renacer y que asegura que la entidad "también me salvó a mí".

El espíritu solidario del libro, editado por Primerapersona, se aprecia desde su origen hasta su comercialización. El maquetador y diseñador de la portada es José Antonio Souto, un joven en paro que colaboró de forma altruista con la causa. Lo mismo que diversos puntos de venta solidarios -entre ellos LA OPINIÓN- en los que se puede adquirir el libro por sólo 15 euros y cuyo dinero irá íntegramente a manos de la entidad coruñesa Renacer.