Los dos días de huelga en la sanidad gallega se saldaron con la cancelación de la mitad de las operaciones programadas en los hospitales que no eran urgentes pero con pocos visos de acercamiento entre la Consellería de Sanidade y los sindicatos convocantes -CIG, CCOO y la coalición CESM-Omega-. Las centrales sindicales cifran el seguimiento del paro en la jornada de ayer en el entorno del 80% y advierten a la Xunta "que no puede hacer oídos sordos al clamor público". Si no rectifica, el colectivo médico amenaza con más protestas. Sin embargo, el departamento que dirige Rocío Mosquera reduce el respaldo a los dos días de huelga a un 23% del personal. "Muy pocos", según el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que no solo no ve "motivos de preocupación" en el funcionamiento de la sanidad gallega sino que la sitúa como una de las mejores de Europa y la que recibe "mayor inversión" de todas las comunidades.

La segunda jornada de huelga tuvo una incidencia similar a la del lunes, solo que en esta ocasión el paro estuvo acompañado de movilizaciones en las principales localidades gallegas. Miles de profesionales del Sergas sacaron sus pancartas a la calle para mostrar su rechazo a los recortes y a una posible privatización de la sanidad. La marcha más multitudinaria se celebró en A Coruña, con la participación de 12.700 ciudadanos, según la Policía Local y 20.000, según los convocantes. En Santiago, fueron unos 2.000 los que se manifestaron, entre ellos los portavoces de AGE, Xosé Manuel Beiras, y el del BNG, Xavier Vence. El líder del PSdeG, Xosé Ramón Gómez Besteiro, participó en la movilización de Burela. En Vigo, la marcha arrancó en la puerta del Hospital Xeral y la cola aún estaba parada a la media hora de arrancar. También fue numerosa en Pontevedra, con casi un kilómetro de manifestantes recorriendo las calles del centro (unos 6.000). En Ferrol se reunieron hasta 7.000 personas.

Gaiteiros y consignas acompañaron a los miles de coruñeses que caminaron tras una pancarta en la que se podía leer En defensa de la sanidad pública. No a las privatizaciones, mientras coreaban consignas como "no sobra dinero, sobran ladrones", "gobierne quien gobierne, la sanidad no se vende", "la salud no es un negocio" o "lo público es servicio, lo privado beneficio". La marcha salió a las 20.00 horas de la Casa del Mar y finalizó delante del Kiosco Alfonso, lo que obligó a mantener cortado el tráfico, en ese tramo, durante una hora y cuarto.

La actriz Isabel Risco, que intervino al término de la manifestación, aseguró que hoy en día "es un lujo coger un catarro" y criticó el "desmantelamiento masivo de la sanidad". Portavoces de los sindicatos convocantes, por su parte, denunciaron que "se quiere vender la sanidad por piezas al mejor postor". "Buscan desmantelar la sanidad pública para convertirla en un nicho de mercado", aseguraron.

Antes, por la mañana, centenares de profesionales sanitarios, personal de enfermería y limpieza, e incluso familiares de pacientes ingresados se concentraron ante el edificio principal del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) para protestar contra los recortes y la privatización en la sanidad. "Se están entregando a las empresas privadas las parcelas más suculentas de la sanidad para hacer negocio", denunció la portavoz de la Junta de personal del Chuac, María Seijo, quien subrayó que la huelga se ha organizado "contra las políticas sanitarias". "A pesar de los intentos de boicotearla por parte de la Administración, el impacto está siendo muy grande", aseguró Seijo, agradecida por que "todo el mundo entienda la huelga y se está implicando".

Los participantes en la concentración portaban una pancarta en la que se podía ver una fotografía de Núñez Feijóo junto a la frase Si no luchas hoy te operará..., mientras coreaban consignas como "no a las unidades de gestión" o "no, no, no a la privatización".

El presidente de la Xunta, sin embargo, niega que exista una intención de privatizar el servicio de salud. "Llevo veinte años dedicándome a la sanidad y desde entonces se comenta que puede haber interés en privatizar", comentó. "Que estén tranquilos porque seguiremos apostando por la sanidad pública con la misma intensidad", añadió.

Los sindicatos se mostraron "satisfechos" con el respaldo obtenido a estas dos jornadas de paro que, según el Sergas, transcurrieron "sin incidencias destacables" permitiendo el "normal funcionamiento" de los servicios sanitarios, según la directora xeral de Recursos Humanos, Margarita Prado Vaamonde.

El Defensor del Paciente remitió una carta al Fiscal Superior de Galicia, Carlos Varela, para que intervenga y evite el "daño irreparable" que sufren los usuarios durante estas huelgas. "Los ciudadanos no son responsables de la mala gestión ni del desacuerdo entre Xunta y profesionales", alega en la misiva su presidenta, Carmen Flores.

Sin embargo, el Sergas reconoció que, a consecuencia del paro, tuvo que aplazar la mitad de la actividad quirúrgica programada de carácter no urgente en los hospitales gallegos. El departamento de Rocío Mosquera explicó que los pacientes que quedaron pendientes de ser atendidos entrarán a quirófano "en la mayor brevedad posible". "Se dará una respuesta individualizada a cada caso, atendiendo su prioridad clínica y la época del año en la que nos encontramos", en alusión a las Navidades, periodo que coincide con vacaciones del personal del Sergas y con un pico en la demanda sanitaria. Aclara, en todo caso, que se cumplieron los servicios mínimos, que incluían tanto la atención a casos urgentes como a los pacientes con cáncer.