Los piercings que se colocan en las cejas y en los párpados pueden provocar lesiones en los ojos y romper las monturas de las gafas, según advierte Multiópticas, quien recuerda que la zona que rodea a los ojos es "especialmente sensible" y peligrosa.

En ocasiones, estos pendientes se colocan en el lugar en el que se alojan los músculos simpaticomiméticos, encargados de dirigir muchos de los movimientos faciales como, por ejemplo, las expresiones.