Concha Velasco: "Comprendo bien a la infanta Cristina"

“Lo que ocurre en Hécuba sigue ocurriendo hoy”. Concha Velasco presenta con una sentencia casi de tragedia griega el texto de Eurípides en versión comprimida por Juan Mayorga. Lo hace al lado del valenciano Juan Gea, Agamenón en el montaje, creado por el Festival de Mérida y que se vio en agosto en Sagunt a Escena. Ahora, bajo techo, gana en intimidad, prometen los intérpretes.

El mensaje de “Hécuba” es que a todos los hombres obliga una misma ley. Muy actual, ¿no?

Es que todo lo que Eurípides propuso en este texto ha servido para cartas magnas. Pero, como siempre, no se cumple y la corrupción está presente en todos los países. También Hécuba habla de eso. “Tú sabes que quien ayuda al malo también parece malo”, le dice a Agamenón.

Es como si hablaran Urdangarin y la infanta Cristina...

O muchos de los corruptos de hoy en día y los gobiernos que los protegen. Ella pide justicia para el asesino de su hijo. Hasta para los pobres, los esclavos y los viejos hay una ley, dice.

¿No está mal recordarlo ahora?

Esa es la importancia de Hécuba y por eso creo que no se ha hecho nunca entera en España, solo los monólogos. Es la tragedia de las tragedias. Se tiene miedo al espectador y se dice que hay que darle risas?, ¡pues no es verdad!

¿Usted se tomaría la justicia por su mano, como Hécuba?

No. Además, aquí se critica, no se dice que hay que hacer como Hécuba. Pero sí me unen muchas cosas a ella. Soy madre y el dolor de ella rodeada del cadáver de sus hijos y simbólicamente de todos los de una guerra absurda? En eso, sí.

¿Y no le preocupa no aparecer bella en el escenario?

Nunca. Eso les preocupa a los directores cuando me dirigen por primera vez. Me ven arreglada en el trabajo de mesa, pintada como un coche, y creen que no lo voy a hacer y me machacan en los primeros ensayos. Por ejemplo, en Gran Hotel, y mire los premios que me han dado. A ellos les cuesta trabajo; a mí, no, y al público, tampoco. Yo no dejo que me encasillen nunca.

¿Ni al principio de su carrera?

Mire, cuando hacía la chica ye-ye estaba haciendo La alondra o el Tenorio en televisión, o La dama del alba, de Casona.

¿Uno no puede considerarse actor hasta que pasa la prueba del teatro clásico?

Yo tenía esa espina clavada, que nunca me llamaban para una tragedia griega y sí para comedias de Aristófanes. Hasta que Jesús Cimarro se hizo cargo del Festival de Mérida en 2012.

¿No le quedan más espinas?

El verso. Nunca he hecho teatro clásico en verso. Sí el Tenorio en televisión. Ellos se lo pierden, porque lo haría muy bien.

Y”El crepúsculo de los dioses”, ¿verdad?

Le propuse a Focus la versión musical, porque se la he visto a Glen Close, que canta más bien como yo, tipo perro, y lo hacía maravillosamente. Me dijeron que era costosísimo y eché en falta a Paco Marsó, al que yo le decía “hay que hacer esto” y lo hacía. Por eso me hice productora, para hacer los textos que me gustaban. Lo hacíamos bien Paco y yo. Nos arruinamos con Hello, Dolly, pero no me importa. Ahí ha quedado.

¿Le molesta la etiqueta de actriz roja?

No me molesta. Hombre, lo de roja es como peyorativo? Soy de izquierdas y no me avergüenza serlo. ¿Por qué? No me avergüenzo de nada de lo que he hecho, salvo si he causado daño a alguien. Como soy creyente, le pido perdón a Dios por ello, pero no me arrepiento de nada.

¿Como mujer y creyente entiende la ley del aborto de Gallardón?

No me gusta. Luché por la propuesta de Felipe González, que me parece que estaba muy bien. Con Zapatero, me parecía excesiva. No luché en contra, pero si hubiera podido lo hubiera dicho.

¿La de Gallardón, por qué no?

Creo que existe más un sentimiento político de acercarse a un movimiento de extrema derecha que hay en el mundo y que le preocupa mucho a los gobiernos conservadores. No sé mucho, pero me pregunta y es mi opinión.

Wert, Montoro, Gallardón? ¿Especial antipatía por alguno?

Siento mucho enfrentarme a Gallardón por esta propuesta de ley que espero que no salga adelante, porque he tenido un relación muy cercana con él e hizo cosas estupendas en Madrid y por el teatro. Al señor Montoro lo conozco de cuando era alcalde de Burgos. El IVA ha sido sobrecogedor para la cultura. En ningún país de Europa se hace algo así. Si levantamos cabeza es gracias al público que sigue yendo al teatro y al cine.

¿Se ha divorciado del cine?

No. Lo que pasa es que tengo una edad muy difícil para hacer cine. En televisión estoy haciendo papeles estupendos, como Gran Hotel o Herederos, pero en cine somos muchas a la hora de repartir. Ya me hubiera gustado ser una de las brujas de Zugarramurdi?

¿Se ha empobrecido con esta crisis o ha sabido aprovecharla?

Yo me empobrecí antes. Estuve procesada y durante muchos años he tenido que ir al tribunal penal a defenderme. Aún así, he tenido que dar íntegramente mi plan de pensiones. Por eso, comprendo muy bien lo que le ocurre a la infanta y me da mucho dolor. Yo estoy en la misma situación: todos los primeros de mes he de ir al juzgado a pagar. Pero soy de las del vaso medio lleno y siempre pienso que hay alguien que está peor y me sobrepongo. Y luego, trabajo y trabajo?

¿Ve la situación de la infanta similar a la suya entonces?

Absolutamente. Lo que pasa es que yo no puedo quejarme de nada. Defiendo al padre de mis hijos como tal por encima de todo y no es momento de lamentaciones ni de batallas personales que hagan más dolorosa a mis hijos su pérdida.

George Clooney parece que viene aquí la semana que viene. ¿Le decimos algo de su parte?

¡Jo! Que hay una actriz que amante de él sabe que no puede ser porque le gustan las altas y maravillosas, pero que estaría encantada con un papel. Dirige tan bien. ¿Ha visto Los idus de marzo o Los descendientes? Soy cinéfila por encima de todo y ¡qué atrevido en Gravity, qué maravilloso!