El listado Los 100 mejores de la gastronomía española, presentado ayer en Madrid Fusión -donde dos trufas negras se subastaron por 5.000 y 3.000 euros- incluye siete propuestas gallegas: La Casilla (Betanzos), Mar Viva (Corcubión), la barra del restaurante Acio (Compostela), Culler de Pau (O Grove), O Loxe Mareiro (Vilagarcía de Arousa), Nito (Viveiro) y D´Berto (O Grove). Precisamente, este último es el restaurante galaico que mejor puntuación ha obtenido al liderar la categoría de las mejores marisquerías o establecimientos de pescado de toda España. De esta relación, se han excluido restaurantes con dos y tres estrellas Michelin con el fin de resaltar la actividad de establecimientos cuyo reconocimiento, en muchos casos, se limita a su zona.

Es la primera edición -presentada por el periodista José Carlos Capel- en la que se elabora esta selecta lista, atendiendo a las opiniones de reputados periodistas gastronómicos, por encargo de la marca Solán de Cabras. El proyecto ha nacido con la idea de actualizar el listado cada año en función de cómo sea la atención al comensal y el producto servido.

En total, se han establecido diez categorías de restaurantes y una de cocina dulce (pastelerías y heladerías incluidas). Ni en esta última, ni en clásicos modernos; arroces; asadores castellanos y parrillas de carne más pescado figuran restaurantes gallegos.

En el apartado de nueva alta cocina se encuentra Culler de Pau, en el sexto puesto. "Es la bomba que nos hayan elegido. Es un lujazo compartir listado con gente como Ricard Camarena (Valencia). La selección de restaurantes gallegos en este listado, realizado por un prestigioso jurado, significa que tenemos mucho que decir en Madrid Fusión", explicaba ayer el chef Javier Olleros, del restaurante grovense.

En la categoría de bistros, casas de comidas y tabernas, se encuentra en el puesto número 10 La Casilla (Betanzos); mientras que en tapas, gastrobares y puestos de mercados el único gallego es la barra del Acio (Compostela). Su copropietaria, Eva Pizarro, una de las sumilleres finalistas gallegas que representará a Galicia en el concurso la Nariz de Oro este año, destacaba ayer que "siempre es importante estar clasificados en la tipología de la mejor oferta porque ayuda a conocer otra actividad de nuestro negocio.

En este caso, se ha premiado el trabajo que realiza el Acio en su barra, como antesala del restaurante o como alternativa para picar de forma más informal tapas creativas acompañadas de buenos vinos. Para Pizarro, que siete restaurantes gallegos figuren en la lista significa que "Galicia empieza a contar en el mapa gastronómico español".

Siguiendo con la clasificación, en la modalidad de bares o chiringuitos de playa, el séptimo puesto fue para el Loxe Mareiro de Carril, que regentan ahora Iago Pazos y Marcos Cerqueiro, chefs de Abastos 2.0 de Compostela. Por último, en marisquerías y restaurantes de pescado, además de D' Berto, Galicia tiene al Nito, de Viveiro, en el puesto 6; y al Mar Viva de Corcubión (puesto 9).

Esta distinción llega en momentos difíciles para uno de estos establecimientos, Culler de Pau, cuyo chef ha visto cómo el Concello de O Grove le obligaba, por una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, a cerrar el restaurante hasta que subsane una irregularidad urbanística. Esta consiste en un exceso de altura en la parte trasera del edificio.

El chef explicó que han elaborado un anteproyecto para corregirlo y que "como muy tarde" este será presentado la próxima semana en el ayuntamiento. Olleros recalcó que si no se puede arreglar el problema, se marchará a otro lugar. Por lo de pronto, el próximo mes de febrero, estará cocinando en el Pazo de Santa Cruz, A Coruña, dentro del Fórum Gastronómico, ofreciendo menús retrospectivos de los cuatro años de trabajo del restaurante.

Javier Olleros recibe una buena noticia en unas semanas difíciles en las que ha visto cómo el Concello de O Grove le obligaba, por una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), a cerrar el restaurante hasta que subsane una irregularidad urbanística. Esta consiste en un exceso de altura en la parte trasera del edificio.

El chef explicó que han elaborado un anteproyecto para corregirlo y que "como muy tarde" este será presentado la próxima semana. Olleros recalcó que si no se puede arreglar el problema, se marchará a otro lugar. Por lo de pronto, en febrero, estará cocinando en el Pazo de Santa Cruz, A Coruña, dentro del Fórum Gastronómico, ofreciendo menús retrospectivos de los cuatro años de trabajo del restaurante.