Un par de horas libres a la semana y ganas de ayudar son los únicos requisitos para convertirse en voluntario. Eso sí, ayudar a los demás va más allá de plantarse en una ONG y ponerse a trabajar inmediatamente. Desde el sector recuerdan que la formación es "imprescindible" y por ello, las mayoría de entidades exige que los voluntarios realicen un curso -básico o más específico, en función de la labor que realicen- antes de mostrar su cara más solidaria. En el caso de estrenarse como voluntario el curso básico -que en ocasiones se realiza en una sola mañana- va destinado a conocer los derechos y deberes de su nueva profesión y a adquirir habilidades útiles para su labor. "Se les enseñan cuestiones legales sobre el voluntariado y claves sobre cómo trabajar en grupo, habilidades sociales, para comunicarse con los demás...", señala el director de la Oficina de Voluntariado de la Universidade da Coruña (UDC), José Jesús Cendán. "La formación es algo muy importante. Si vas a dedicar parte de tu tiempo a trabajar en una entidad debes conocer cómo funciona, sus programas, etc.", añade Julia Conde, responsable de la acción formativa en la ONG Equus Zebra de A Coruña, especializada en la atención a inmigrantes.

Galicia cuenta con más de 36.000 personas inscritas en el registro autonómico de acción voluntaria. La mayoría tuvo que adquirir una formación básica para poder ayudar de forma altruista a los demás a través de una entidad pública o una ONG. Las opciones son múltiples. En muchas ocasiones son las propias entidades las que forman a su voluntarios. Es el caso de Equus Zebra -donde el pasado viernes se impartió un curso de este tipo- o la UDC, donde esta semana se realizó uno de los cuatro cursos básicos de voluntariado que ofrecen a lo largo de todo el año académico. Y para quienes aún no tengan claro dónde van a colaborar, pero quieran ir formándose, la Xunta ofrece cursos online. Basta con consultar la web de Voluntariado Galego, donde periódicamente se abre la matrícula para diferentes cursos relacionados con la labor solidaria. Sólo en 2013, casi 16.000 personas participaron en los 32 cursos de formación para voluntarios (básicos y específicos) que se impartieron en el marco del Plan de Formación de la Dirección Xeral de Xuventude e Voluntariado.

Para quienes se estrenan en el ámbito de ayudar a los demás a través de una ONG, lo primero es conocer realmente en qué consiste el voluntariado. En el caso del taller de la UDC se les dan nociones sobre la cooperación, el voluntariado en el ámbito de la cooperación internacional, derechos y deberes del voluntario, riesgos de esta labor así como claves sobre la asertividad en la relaciones de ayuda, habilidades sociales, la motivación del voluntario o cómo trabajar en grupo. "La idea es que aprendan ciertas habilidades a la hora de comunicarse con los demás o de trabajar en grupo ya que generalmente no realizarán el voluntariado de forma individual", señala Cendán, quien resalta que estos cursos son muy prácticos. "Son de poca gente, no más de 20 personas, para poder desarrollar dinámicas similares a las que después harán los voluntarios", sostiene. En el caso de Equus Zebra a estas habilidades se suma conocer bien la entidad en la que se va a trabajar. "Se les explica la historia y la función de la ONG, los programas que tenemos y hoy en día, cuando cada vez hay menos subvenciones, qué proyectos -como la recogida de ropa- tenemos para poder autofinanciarnos", añade Julia Conde.

Una vez adquiridos los conocimientos básicos, el voluntario y la ONG negocian cuál va a ser su labor. "Lo ideal es que vengan unos días por la entidad para ver de primera mano lo que hacemos y después se les adscribe a una labor concreta: pueden estar en la tienda, en la sede social, dar clases de alfabetización, repartir alimentos, etc.", indica Julia Conde, quien reconoce que hay gente que ya viene con una idea preconcebida de lo que quiere. "Hay quien tiene claro que quiere trabajar con niños, por ejemplo", indica. Lo mismo ocurre en la UDC, donde dejan libertad de elección aunque siempre equilibrando la presencia de voluntarios en todos los programas.

Desde las entidades reconocen que no existe un único perfil de quienes deciden donar parte de su tiempo a ayudar a los demás. "Tenemos desde jubilados que se dedicaban a la enseñanza hasta personas en paro con muchas inquietudes que quieren ayudar aunque no sea con dinero", indica Conde. "En nuestro caso la mayoría lógicamente son estudiantes -hay más de carreras como Sociología o Trabajo Social- pero también tenemos gente de fuera de la Universidad. En el curso de formación de esta semana, por ejemplo, tuvimos a cuatro señoras de 70 años", añade Jesús Cendán.

Unos y otros presentan un denominador común: ganas de ayudar a los demás. El tiempo no puede ser una excusa. "Con tener una hora libre a la semana es suficiente y después cada uno ayuda según su disponibilidad", indican en Equus Zebra, donde aseguran que es "una cuestión de actitud, de ganas". Un trabajo altruista que tiene su recompensa. "La gente cree que va a dar y en realidad recibe más de lo que da", indica Conde. "Es una labor muy gratificante y que engancha, la gente al final colabora para varios proyectos", sentencia Cendán.

Una vez adquirida la formación básica en voluntariado, las personas que colaboran con entidades sociales cuentan con una amplia oferta de cursos de especialización, pensados para los diferentes tipos de voluntariado que se realizan en la comunidad gallega. En algunos casos, como en la Universidade da Coruña (UDC), son los propios voluntarios los que sugieren cursos en función de sus necesidades.

Atención a niños oncológicos. La Asociación contra el Cáncer imparte un curso online específico para los voluntarios que van a trabajar en hospitales con niños que tienen cáncer. El taller, de cuatro horas, aporta desde información médica sobre el cáncer hasta claves para comunicarse con los padres o cómo prevenir el síndrome de agotamiento emocional del voluntariado.

Globoflexia y maquillaje infantil. Pensado para los voluntarios que trabajen en el Materno, la UDC ofreció este mes un taller sobre actividades de animación para los más pequeños. "Fue una propuesta de los voluntarios que trabajan con niños", señala el director de la Oficina de Voluntariado de la UDC, José Jesús Cendán. En la misma línea también cuentan con cursos de cuentacuentos o de animación para personas adultas.

Regeneración de montes quemados. El curso, de 20 horas y online, enseña cómo analizar el grado de severidad de un incendio, el tratamiento en las laderas así como la selección de las especies y el diseño de las plantaciones para regenerar zonas de monte arrasadas por el fuego. Lo oferta la Xunta.

Resolución de problemas en menores. Este curso, de ocho horas e impartido en la UDC, está dirigido a los voluntarios que trabajan con menores. Las clases abordan aspectos como la inteligencia emocional, el liderazgo, la mediación o las diferentes fórmulas de abordar un conflicto.

Cursos 'online'. La Xunta cuenta con una amplia oferta de cursos para voluntarios que se realizan a través de internet: desde seminarios sobre lengua de signos o trabajo en bibliotecas hasta atención a dependientes, voluntariado en hospitales o cárceles.