Prendas inspiradas en el lenguaje cinematográfico surrealista con las que se intenta transmitir el estilo "visceral e irracional" del cine que desarrollaron Luis Buñel o Jean Cocteau. Esta es la apuesta para el próximo otoño-invierno que la diseñadora coruñesa María Barros presentó ayer en el desfile con el que se abrió la segunda jornada de la Mercedes Benz Fashion Week, antigua pasarela Cibeles.

Lanas y sedas tintadas en azul, rosa y naranja con sutiles pinceladas beige, dieron vida a unos vestidos ceñidos con largo midi y otros con más movimiento y una pequeña cola. Una colección muy colorida "para poder transmitir el concepto irracional del cine surrealista"-señala la coruñesa-, en la que se huye de los estampados y en donde se mantiene uno de los sellos característicos de la firma María Barros: los volúmenes.

A la hora de presentar su nueva colección, la coruñesa no dejó al azar ningún detalle. "La marca estética la pusieron los peinados, con ondas muy marcadas para represantar la parte onírica de este cine. Las modelos llevaron un mechón del color del traje que lucían para dar continuidad desde la cabeza a los pies", señala Barros, quien también apostó por originales complementos como unos botines cuya decoración imitaba los huesos del pie.

Por su parte, los hermanos Aitor e Iñaki Muñoz, alma y cuerpo de la firma Ailanto, se inspiraron en La Shirley Sherwood Gallery of Botanical Art, galería dedica al arte botánica, para crear unos estampados contemporáneos, muy personales, con motivos vegetales y sutiles mariposas. Francis Montesinos apostó por sedas brocadas en gris y rojo azafrán para recrear la cultura oriental mientras que Roberto Torretta ofreció patrones de la década de los 60 y la sastrería masculina, al igual que Teresa Helbig que se trasladó a la época dorada que sirvió de inspiración a Capote.

Por su parte, Bajo el título N.E.O, Juana Martín puso en escena una colección con sutiles volantes y líneas más depuradas sin olvidar sus raíces andaluzas que en esta ocasión plasmó con sutiles ondas.